Días atrás tuve oportunidad de asistir a la presentación de los vinos de Viña Los Chocos que se realizó en el marco de un almuerzo en La Bourgogne, el notable restaurante del Hotel Alvear, dirigido por el conocido e inefable Jean Paul Bondoux

Se trata de un emprendimiento de Rodrigo Reina Rutini, que pertenece a la cuarta  generación de una familia tradicional de vitivinicultores del país, que fueron una las fundadoras de Andeluna Cellars. Luego participó en el desarrollo del proyecto inmobiliario y vitivinícola denominado Tupungato Winelands que, como les he contado alguna vez, consiste en vender predios de unas tres hectáreas dentro de un marco que podríamos llamar club de campo (o country club), con la obligación de dedicar parte de ese predio a viñedos. Cuenta con cancha de golf, de tenis y de polo, además de restaurante (he almorzado allí con Matías y Juan Pablo Michelini), y otras instalaciones comunes.

Este nuevo lanzamiento de Rodrigo es lo que podría llamarse un proyecto de vino garaje que se desarrolla dentro Tupungato Winelands, en la zona de Alto Gualtallary (Mendoza), a unos 1500 metros de altura, con suelos pobres, pedregosos y calcáreos, con buen drenaje y gran amplitud térmica, todo lo cual brinda frescura y mineralidad a los vinos. Las pretensiones a mediano plazo no pasan de unas 20.000 botellas por año, pero siempre con alta calidad enológica. Ello así, no sólo por el terroir privilegiado sino porque cuenta con el trabajo del reconocido Ing. Agrónomo Marcelo Canatella, para tratar los viñedos y del destacadísimo winemaker Matías Michelini, del que ya les he hablado un par de veces.

La reunión comenzó con una recepción preparada por Jean Paul que contaba con cerveza negra y ostras con trozos de salchichas. Luego siguió con una entrada que sobre la base de una masa hojaldrada contaba con un trozo de molleja y un langostino montado y cubiertos de una tapa de pan.

Comenzó allí la degustación de los vinos y el primero fue el Los Chocos Pinot Noir, Cosecha 2011, que se elabora por microvinificación a barrica abierta y con levaduras indígenas, con un pissage o remontaje manual dos o tres veces por día (consiste en romper el sombrero y hundirlo para lograr una mejor extracción de sustancias sólidas de los mostos). Luego se cría en barricas durante doce meses y en botella otro tanto, habiendo logrado en esta primera cosecha una producción limitada.

El vino tiene una llamativa y sobria presentación y se exhibe en la copa con un color rubí claro, muy apropiado para el varietal y muestra buenas piernas (13,5°). En nariz ofrece aromas a frutos rojos y negros, un dejo de vainilla y en boca muestra la sutileza de la cepa, con taninos firmes, secos pero agradables, con buena acidez (pH 3.6) y con un recorrido en boca que deja conforme a cualquier bebedor, por su elegancia y amabilidad.
(la imagen es de Pietro Sorba)

Un vino excelente que siguió acompañando muy bien los primeros bocados de una merluza negra en salsa de vino tinto y papa al laurel, preparada para la ocasión (Aprox. $ 400).

Luego, con conejo asado al tomillo fresco y mejillones al curry, se presentó el Los Chocos Malbec - Cabernet Franc, Cosecha 2011 que también, como el anterior, se elabora con la misma técnica aunque un poco más de crianza (catorce meses) y, a su vez también cuenta con una sobria pero llamativa etiqueta (chocos = perros, en Mendoza), y también se muestra elegantemente en la copa, con un color rojo oscuro y buenas piernas (15°), y en nariz despliega los aromas de ambos varietales, que se complementan muy bien, con notas de ciruelas, cereza, guinda y algunos dejos minerales y toques de vainilla y chocolate. En boca, tiene un ataque dulzón y luego corre con muy buen cuerpo, completo, importante, con taninos intensos pero redondeados por la crianza, que le dan mucha personalidad e importancia, para ir hacia el final de forma agradable (pH 3.7), e interesante, que deja conforme a cualquier paladar.
También excelente (Aprox. $ 440).

Con el pre-postre y con el postre (que era una copa de frutillas con azúcar y en una salsa de las mismas frutas molida y aderezada  probamos el Los Chocos Blend de Malbecs, Cosecha 2011 que se elabora con uvas de Gualtallary y de Vista Flores, también se fermentó en barricas, pero en este caso hablan de la técnica del rolling, para mezclar el sombrero con el jugo, es decir hacen girar la barrica 2 a 3 veces por días y luego de la fermentación el vino descansó veinticuatro meses en barricas nuevas de roble francés, para tener una guarda que no será menor a una año en botella .
Este vino, que recién se lanzara al mercado el año próximo, alcanza una calidad enológica notable. Tanto su elegante presentación, similar a la de los anteriores, cuanto su color y piernas en la copa marcan una notable entrada visual, para continuar con un pléyade de aromas a frutas rojas, vainilla, chocolate, ahumados y alguna suave reminiscencia de especias y un ligero toque mineral. En boca explota su complejidad, que en el ataque es dulzón y que luego se hace sentir como un vino completo, que llena la boca, con todas las notas típicas de Malbec y con el agregado de las terciarias muy bien ensambladas, logrando una elegancia e importancia que lo eleva al rango de soberbio.

Poco a poco, luego del café nos fuimos retirando con la certeza de estar en presencia de muy buenos vinos y de un proyecto que poco a poco se hará sentir como una importante Bodega Garage… y porqué no Bodega Boutique.