La Columna del Vino
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AÑO XXIV – NÚMERO 31
 (18.08.24)

 


Estimados lectores/seguidores:

 

 

   

 

 

Bonita, atractiva, delicada…

Y además, le gusta el vino ¿que más se puede pedir?

 

 

 

 

 

 

 

 


VINOS

 

 

 

 


Esta semana tomé
Il Caprone, Malbec Cosecha 2023, de Bodegas Bianchi, que lanza una nueva línea de vinos jóvenes, Il Caprone , con un enfoque en la sustentabilidad y el respeto por la naturaleza, ya que se elaboran con uvas de viñedos de la Finca Doña Elsa, de 30 años de antigüedad y libres de agroquímicos.
La línea está compuesta por un Malbec, un Malbec Orgánico, un Cabernet Sauvignon y un Rosé. Se eligió el nombre en alusión a la cabra que habita las Montañas del sur de Mendoza. 

En el caso, IL Caprone Malbec 2023 , tiene una presentación simpática y llamativa y en la copa se muestra con un color rojo oscuro, profundo y con tonos violáceos. En nariz ofrece aromas frutados, típicos de la cepa como ciruela, mora y frambuesa y su crianza en roble le deja un ligero toque avainillado. En boca tiene una entrada amable y luego corre con buen cuerpo (14,7º) y taninos redondos y suavemente dulzones que le dan un buen equilibrio entre fruta, madera y acidez (pH 3.7), que lo hace muy agradable de principio a fin, donde deja un recuerdo amable y seductor. Excelente en su gama de precio que en la tienda de la bodega es de $ 5.750 (muy buena relación precio calidad).  

 

 

 


Estos días tomé el
Doña Paula Estate High Altitude, Pinot Noir Cosecha 2023, de la bodega homónima, que tiene presentación llamativa con una etiqueta que destaca las montañas, de la zona del viñedo, que se inserta en una botella borgoñesa grande, aunque liviana. Se hace con uvas de su Finca Alluvia, en Gualtallary, Valle de Uco, a 1.350 metros sobre el nivel del mar y pasa por maceración en frío y una crianza en roble francés de primer y segundo uso, durante diez meses.
En la copa luce con un color rubí ligeramente violáceo, brillante y delicado. En nariz afloran aromas a cerezas maduras, frambuesas y moras, además de notas florales (rosas y violetas), y minerales, con un ligero dejo de vainilla y ahumados producto de su crianza.
En boca tiene una entrada amable pero que muestra cierto carácter, luego corre con cuerpo medio (13,5º), y cierta frescura por su acidez justa (pH 3.6), pero sus taninos redondos, brindan una sensación grata y completa en el paladar. para dejar un recuerdo largo y distinguido. En definitiva un vino excelente.

www.donapaula.com

IG: @donapaulawines

 

  

 

 

 

 Uno que nunca falla es el Partrige, Malbec de Finca las Perdices, que hace vinos muy buenos en todas sus gamas.

Este vino, si bien es casi un nivel básico, su precio accesible (aprox. $ 4000/4800), lo hace muy apetecible para todos los días.

 

 

   

 

  

 

Como les había anticipado, el viernes pasado, estuve en la 10ma. Feria de Vinos Orgánicos y Sustentables (que incluye los naturales, biodinámicos y otras variantes con poca intervención), que organiza anualmente el periodista Panchi Barreiro junto a sus colaboradores. 


Además de constatar nuevamente que hay muchos vinos orgánicos y naturales muy buenos, también surgen innovaciones que los productores intentan con el afán de mostrar las capacidades de esta forma de hacer vinos y que pueden atraer a otros gustos o preferencias.
 

Entre los vinos que probé, y sin que el orden tenga alguna significación, destaco: 

 

 

Canopus Semillón de bodega homónima, muy bueno.

Bodega Familia Salas, un semillón muy bueno y luego (cuando arreglado con los tintos), su Malbecino Agrandado (en la imagen) que, según dice la bodega:
“Este vino tiene el color, la elegancia y la complejidad de un vino de guarda , aparentemente más de lo que es… es sólo un granado”. Excelente.

 

Piedra Negra , tomé un par de vinos conocidos y el Sauvignon Blanc -espléndido- que no conoció, ya que de sus blancos siempre tomé en pinot gris… ¿que se puede decir? todos excelentes.

 

Kaikén un Rosado de Grenache, muy bueno y el clásico Kaiken Ultra Cabernet Sauvignon , con buen cuerpo y un apreciable paso por Barricas (50 % del vino), y aunque no lo tomé allí, es muy bueno el chardonnay de esta línea, que se fermenta en parte (un 35 % del vino), por barricas nuevas.   

 


Equilibrio Imperfecto , es una iniciativa apasionada que busca transmitir la esencia de la naturaleza a través de vinos naturales de baja intervención. Fundada en marzo de 2019 por Andrea Marrone (en la imagen).

Allí probé, una sugerencia de ella el Moscatel Chardonnay, y también el más robusto Malbec Semillón excelente, con 14,5º de alcohol.

Sus vinos son buenos y podrían decirse que únicos, porque cada cosecha, cambia los cortes, elige nuevas cepas, agrega madera, etc. Es así que en el corto tiempo de su desarrollo hoy cuenta con etiquetas de membrillo.

  

   

 

Tomé varios vinos de la Bodega Familia Cecchin , cuya historia se remonta a principios del siglo pasado y, actualmente Alberto Cecchin llega a más de 100 años de producción artesanal, libre de agregados químicos y todos sus vinos son orgánicos certificados, en lo que han sido pioneros.
Hace muchos años me encantaba su Moscatel de Alejandría, así como su espumante. 

En la Feria de Vinos Orgánicos del año pasado, probé otros que me agradaron mucho y esta vez, tomé tintos sin sulfitos, con poco sulfito y un par de innovaciones que trataré de probar en el próximo viaje a Mendoza, además de los tintos con madera (que justo el día que fui a la feria no los habían llevado). 

En definitiva como siempre hablo con Panchi Barreiro, los vinos orgánicos que hace mucho tiempo presentaban aristas, hoy han mejorado hasta igualarse a los restantes. Vale la pena probarlos. 

 

 

 

AVENTURA NOTABLE… CON VINO

  

http://voie.files.wordpress.com/2007/10/san_martin.jpgEn 1605 se realizó el primer cruce de Los Andes por un ejército de 1.000 soldados españoles con destino a Chile y el menú que se dispuso, para soportar las rigurosas condiciones, estaba basado en carne, pan y vino.

Algo similar programó San Martín para abastecer a 5.000 hombres, durante los veinte días que duraría el cruce de la cordillera -con alturas de 4.000 metros y fríos de 14° bajo cero- y luego combatir. Su plan fue complejo y comenzó con medidas económicas en Mendoza con el desarrollo de incipientes industrias que proveerían lo necesario para la gesta.

Cuenta el General inglés William Miller (que acompañó la expedición como “cronista”), que San Martín -que era un amante del vino- cargó 113 mulas con 1.000 cajones de vino, de manera que cada soldado tenía una ración de una botella diaria. La dieta incluía carne bien sazonada con pimienta, maíz tostado, galleta y gran cantidad de cebolla y ajo. Estos últimos para combatir el apunamiento o “soroche”.

Se supone que el vino que llevaban era el llamado carlón, algo ligero y aguachento que solía tomarse en aquella época y que se hacía con uvas locales, criollas y negras (hasta fines del Siglo XIX que se comenzó a utilizar las uvas de origen francés) . Dicen que se denominaba de esa forma porque lo hacían los colonos oriundos de San Lúcar de Barrameda, Cádiz (puerto de donde salieron la mayoría de las primeras expediciones -salvo el Puerto de Palos de donde partió Colón- hacia América).

El inglés John Miers en 1819 y describió cómo se hacía el vino en Mendoza. Destacó que las cepas estaban plantadas con una separación de cinco pies, con otro tanto de alto, con cuatro ramas (dos a cada lado), y que eran soportadas por varas horizontales soportadas por horcones verticales. Cada cuadra (sic) tenía unas 1.500 plantas y diez plantas producían una arroba (26 litros) de mosto.

Señaló que la mayoría de las uvas eran de la variedad negra y que la tierra era irrigada por canales. Mencionó que los esclavos se ocupaban de recoger las uvas y luego se ocupaban de pisarla para obtener el jugo que se depositaba en cántaros que se llamaban tinajas y eran de barro ferruginoso de color rojo untados con asfalto cordillerano. Cuando el mosto alcanzaba el grado de fermentación deseado se sellaban las bocas de las tinajas con madera y arcilla. Remarcó que parte del vino era hervido hasta alcanzar la consistencia de un licor que se añadía al mosto antes de la fermentación.  

Finalizó diciendo que el vino -blanco y tinto- elaborado para los mendocinos era excelente y que con un poco de cuidado en su preparación podrían producir vinos tan buenos como en cualquier otra parte del mundo: ¡¡¡ No se equivocó !!!

 (Fuente: Rev. Todo es Historia) 

 

NOTICIAS

  

Mañana (esta Columna se concluye el 17), es el Día Mundial del Pinot Noir y al respecto leyó una nota que le hicieron a Lorena Mulet, enóloga de Bodega Cruzat, con 20 años de experiencia y discípula de Don Pedro (el Grande) Rosell. , donde comentó:
“Es imposible elaborar un espumoso de alta calidad sin tener presente el Pinot Noir, ya sea solo o en conjunto con la Chardonnay”,

“La Pinot Noir es una variedad de uva tinta que aporta mayor estructura y cuerpo. Puede dar una gran cantidad de descriptores aromáticos como ciruela, frambuesa, cereza, mora, arándanos, rosa, violetas, canela o clavo de olor. Cuando tiene una evolución con el tiempo y en contacto con las levaduras, se pueden apreciar notas a pan tostado, manteca y brioche, entre otros, que lo hacen muy interesante”.

“Proveniente de la Borgoña, Francia, la Pinot Noir debe su nombre a su forma de pino; es de una piel muy fina y sensible a posibles insolaciones, por lo cual exige mucho cuidado. Es una de las variedades más complicadas de elaborar”. 

 

  

 

Me hablaron muy bien del Otronia Pinot Noir y del 45 Rugientes Pinot Noir , que elabora Alejandro Bulgheroni Family Vineyards, en la bodega que se sitúa en el centro sur de la Provincia de Chubut a orillas del lago Musters -llamado “Otrón” por los antiguos pobladores- a 50 km de la provincia de Santa Cruz. Poseen 50 hectáreas de viñedos orgánicos a 45º de latitud sur siendo de las viñas más australes de Sudamérica (y del mundo).

Los 45 Rugientes aluden a esos 45º de latitud sur ya los vientos patagónicos, que hacen que las uvas se defiendan con hollejos más horribles y por ende más color, taninos y polifenoles (antocianos), que dan riqueza al producto.   

 

 

 

ALGUNOS MENSAJES DE LECTORES

 

 Un joven lector me preguntó:
Qué buena bodega. Si la visita me atiende ella ?
No se, pero qué bueno que sería…

 

Hablando en serio un amigo me dijo:
Más allá del atractivo de esa morocha , hay tareas que le caen mejor a las mujeres jóvenes, como las chicas de turismo de las bodegas, las camareras, baby sitter, etc. 
Cierto: enfermeras, secretarias, y otras.

 

Un buen tomador apuntó:
No sé quién te habló de los Fond de Cave, pero está en la justa, son muy buenos y siempre cumplen…
Correcto. 

 

Un amigo, también buen tomador, me contó:
Para despedir a mi Hijo que partió a Valencia con pasaje de ida, le pedí que bajara a buscar un vino dentro del sector especial. Como no encontró uno del año de su nacimiento (2001), trajo un Luigi Bosca Malbec Reserva DOC 2000.
El fiel corcho cumplió su función por más de dos décadas, pero hubo que sacarlo con mucho cuidado. Ya en el decanter, primeros aromas minerales y algo de encierro, pero al ratito ya estaba super agradable, color rojo oscuro, redondo a mas no poder y sublime en boca.  Cuando vi si existía en alguna vinoteca, me dejo sorprender el precio, pero una despedida es una despedida !!!!!  Y lo bueno. . . ¡Quedan más!!!!!
Qué notable VEINTE AÑOS, no es común (seguro estuvo bien guardado). Menos en esa época, ahora se apunta más a la longenvidad de los vinos.

  

 

Los comentarios anteriores, pueden volver a leerse en www.columnadelvino.com.ar   haciendo clic en el buscador

Y muchos pueden verse en @alejo.martinez.araujo

 

La semana que viene estará con Uds.

Mientras tanto les deseo que tomen buenos vinos

 

ALEJO

 “El Añejo”