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Hola queridos Wine Lovers:
Esto es lo que más me gusta del Buceo …
Los preparativos …
VINOS
Hace unos días, un viejo amigo me habló muy bien del Rincón Famoso tradicional, diciendo que no lo encontraba, pero más allá de decirle que si era posible comprarlo, justo esta semana tomé uno.
Primero debo decir que es uno de los vivos emblemáticos de Bodegas López, pero también del país, ya que fue lanzado en 1938 (tinto y blanco), es decir hace más de 80 años. Fue concebido desde sus inicios como un blend que, en el caso del tinto, ahora se compone de Sangiovesse, Merlot y Malbec, con proporciones que pueden variar algo en cada añada.
Se añeja unos cinco años en toneles de roble francés, de 5.000 a 20.000 litros de capacidad, donde alcanza su máxima evolución por lo que al lanzarlo al mercado está listo para beber.
Tiene una presentación clásica de la línea que se ha visto inalterada desde que yo recuerdo, (desde los ’70), que era cuando lo tomaba con mi padre a quien le gustaba mucho.
De color rojo rubí, brillante, y ofrece aromas a cerezas, guindas, frambuesa, algo de rosas. En boca es amable, con buena acidez (pH 3.4), que le da cierta frescura cuerpo medio 13.2° y taninos suaves, aunque presentes. Todo lo cual logra un vino equilibrado, agradable y muy combinable. Aprox. $ 150/180, aunque quizás se pueda conseguir a un pecio un poco menor.
La imagen es de una cosecha anterior, pero cabe destacar que la descripción entre una y otra añada, seguramente no mostrará diferencias ya que esta firma se caracteriza por mantener su estilo “El Estilo López” a través de los años.
Sin que tenga ninguna relación con los cometarios de la siguiente sección, les cuento que el sábado pasado fuimos a cenar al Restó Recoleta, del Hotel Meliá y como íbamos comer salmón rosado, pedimos un Catalpa, Chardonnay, Cosecha 2015, que era la última botella que les quedaba y que por ello estaba a muy buen precio. Como dije en el Número Anterior era un:
“… exquisito Catalpa Chardonnay, Cosecha 2015, que pasa por barricas de roble francés durante seis meses (50 %), que le da complejidad y equilibrio. Cuenta con un color amarillo dorado, con leves reflejos verdosos y propone aromas típicos de la cepa (frutas tropicales de pulpa blanca y un toque de manzana), algo de miel y vainilla. En boca tiene un ataque elegante y fresco y luego sigue suavemente untuoso y muy agradable hasta su recuerdo, grato y complaciente. Excelente”
En estos días me regalaron un Latitud 33°, Chardonnay, Cosecha 2018, que tomé a muy buena temperatura, pero con cierto recelo, porque esta línea e vivos se había lanzado con muchas fuerza y muy buena calidad a principios de la década pasada (lo tomé varias veces en un viaje de buceo a Puerto Madryn), pero después decayó el vigor del impulso comercial y quizás la calidad en las cosechas 2003 y ss no llamaron la atención. Sin embargo en esta oportunidad, “preparado para el pinchazo recibí una caricia”
En efecto, con su presentación destacada, se luce en la copa con un color amarillo suavemente dorado. En nariz propone aromas a frutas típicas del varietal, entre las que se destacan el ananá, durazno blanco, banana, algo de cítricos y suaves notas de vainilla debido al paso de parte del vino por barricas de roble francés y americano por cuatro meses. En boca es agradable desde el ataque, en el que su buena acidez permite su entrada fresca y luego corre redondo, con cuerpo medio (13.4°), pero ligeramente cremoso y algo meloso en su final. Muy bueno en su gama (Aprox. $ 120/140).
La imagen es de una cosecha anterior.
Recientemente volví a tomar el Tapiz, Chardonnay, Cosecha 2017, que sin bien es un vino correcto, sin aristas, utilizando palabras de Jim Morrison diría que “no enciende mi fuego” (del famoso tema de The Doors: Come on baby light my fire).
Es un 100 % varietal, 94 % fermentado en tanques de acero inoxidable y 6 % es fermentado en barricas de roble francés de segundo y tercer uso, sin fermentación maloláctica. Tiene una presentación simple, con la práctica tapa a rosca y se muestra en la copa con un color amarillo suave con tonos verdosos. En nariz tiene aromas típicos del varietal y en boca es simple, con buena acidez que le da cierta frescura. En un supermercado oriental a unos $ 140/150, puede decirse que es bueno.
Si bien en el Número 2 de este año lo califiqué como sabroso y con notas melosas, esta vez no me pareció así. Volveré a probarlo ya que esta bodega, en general, produce buenos vinos.
MENDOZA: BODEGA ATAMISQUE Y SUS VINOS
Al día siguiente de nuestra estadía en la cabaña fuimos a la bodega, donde nos atendió muy amablemente Javier Quiroga. El enólogo Philippe Caraguel no pudo estar presente por diversos compromisos.
Como ya conocíamos la bodega, pasamos a la espléndida sala de degustaciones →
← No sin antes sacar -casi- la misma foto que en la anterior visita hace unos años.
El primer vino que probamos fue el Serbal, Sauvignon Blanc, Cosecha 2018, que tiene una típica presentación con la imagen del árbol que le da el nombre y se lo ve con un color amarillo acerado (metálico), y brillante. Se elabora con uvas cosechadas en dos tiempos distintos, un 50 % frescas y el otro 50 % más maduras, para lograr mayor complejidad, ya que no pasa por madera. En nariz es herbáceo con notas de ruda y menta, pero sin invadir y toques cítricos. Tiene un ataque muy fresco, merced a su buena acidez (pH 3.38), y corre amable con un cuerpo razonablemente intenso (13.5°), para terminar con un final y ligeramente acaramelado. Excelente ejemplar de la cepa. (Precio sugerido $ 290).
Siguió el Serbal, Chardonnay, Cosecha 2018, que tiene un color ligeramente más amarillo que el anterior y alguna tonalidad verdosa, En nariz despliega aromas a frutas tropicales de pulpa blanca, entre las que se destacan las manzanas verdes y el ananá, además de algún dejo floral. También tiene una entrada fresca ya que posee mayor acidez que el anterior, aunque se equilibra con la fruta y cierta untuosidad que lo acompaña hasta su recuerdo. Excelente también (igual rendimiento 80 qq/Ha., tenor alcohólico y precio).
Continuamos con el Serbal Viognier, Cosecha 2018, que no conocía, y que me impactó muy favorablemente. Tiene un color amarillo dorado y en nariz propone aromas a frutas jugosas, entre las que sobresalen el durazno blanco, damasco, un toque cítrico. En boca tiene un ataque fresco debido a su muy buena acidez (pH 3.1), pero luego su buen cuerpo (14°), la fruta y su cremosidad le dan un sesgo agradable, redondo y “voluptuoso” (dicen en la bodega), que llega a su final sabroso y cautivante. Patricio Tapia lo calificó con 90 puntos.
Cambiándole un poco el esquema preparado, ya que habían previsto el Catalpa Chardonnay, pero como lo tomamos la noche anterior preferí optar por el Atamisque Chardonnay, Cosecha 2017, que es uno de los mejores chardonnay del país y que se elabora con uvas de un muy bajo rendimiento (50 qq/Ha). Tiene su típica presentación con el árbol Atamisque y se observa en la copa con un color amarillo dorado y, a pese a ser un blanco se le notan ciertas lágrimas, debido a su untuosidad y cuerpo (14°). En nariz ofrece aromas frutas tropicales maduras, algún dejo cítrico, flores blancas y toques de miel y vainilla producto de su paso de casi un año por barricas nuevas de roble francés (Taransaud, tostado medio), donde también se hace la fermentación maloláctica que le da complejidad y la mencionada untuosidad. En boca, también tiene una entrada fresca y amable debido a su buena acidez (pH 3.11 y total 6,90 g/l). Luego corre agradable, sedoso y muy elegante. Su final es largo, cremoso y encantador. Un vino Soberbio. Tim Atkin calificó al 2017 con 94 puntos (Precio sugerido Aprox. $ 900).
Pasamos a los tintos y probamos el Serbal, Pinot Noir, Cosecha 2018, que tiene un color rojo rubí (medio), y una nariz fuerte que anticipa taninos secos (no amargos), típicos de la cepa. Notas a cerezas, fresas y guindas y un dejo especiado aunque no pasa por roble. Corre fácil, con buen cuerpo para el varietal (13°), debido a un rendimiento modesto (70 qq/Ha). Es agradable y termina con un muy buen final. Excelente y muy buena relación precio calidad (sugerido $ 290). Decanter calificó al 2017 con 93 puntos.
El Serbal Malbec, Cosecha 2018, resultó muy agradable y con mucha personalidad debido a sus taninos bien presentes y buen cuerpo (14°). Tiene un color rojo rubí oscuro e intenso y en nariz se le perciben aromas a frutas rojas, como la ciruela, la frambuesa y un dejo de violetas. Muy bueno. Patricio Tapia lo calificó con 90 puntos y Decanter con 92.
El siguiente fue el Serbal Cabernet Franc, Cosecha 2018, que tampoco conocía y que me llamó la atención. Color rojo violáceo, bien oscuro, con buenas piernas (14°). En nariz propone aromas a frutas rojas como grosella, cereza, ciruela, especias y notas herbáceas (me pareció como con notas de jarilla, la típica planta mendocina). En boca tiene una entrada imponente, por su personalidad, cuerpo y taninos briosos, aunque suavemente redondeados. Corre agradable, muy particular y llamativo para dejar un final largo y robusto. Excelente. Decanter lo calificó el 2017 con 90 puntos.
Pasamos al Catalpa Malbec, Cosecha 2017, que cuenta -en la etiqueta- con la imagen del árbol Catalpa, y que luce en la copa con un color rojo profundo y violáceo, con buenas piernas, ligeramente coloreadas (14,2°). Despliega aromas a frutas rojas, como ciruelas, frambuesas y un dejo de vainilla y tabaco producto del paso del 50 % del vino por barricas de roble francés (probablemente de segundo uso), durante doce meses. En boca tiene una entrada suavemente dulzona y luego corre con taninos presentes pero amables y redondos, lo que lo hace robusto pero elegante y untuoso en su final. Excelente (Precio sugerido Aprox. $ 490). Tim Atkin calificó al 2016 con 90 puntos, James Suckling con 91, y Patricio Tapia calificó al 2014 con 93 puntos.
Seguimos con el Catalpa Assemblage, Cosecha 2018, que tampoco había probado y que también me dejó muy satisfecho. Es un corte 50 % Cabernet Franc, 20 % Merlot, 20 % Malbec y 10 % Cabernet Sauvignon, con un paso de doce meses por barricas de roble francés. Tiene un color rojo intenso y oscuro y buenas piernas (14,2°). Aromas frutas rojas como en mermelada, algún dejo floral y notas de chocolate, tabaco y vainilla. En boca se impone la presencia del Cabernet Franc que tanto carácter le da al varietal (Serbal), pero suavemente redondeado por el paso por roble. Excelente. Patricio Tapia lo calificó con 94 puntos, bien merecidos.
Todos vinos espléndidos que no deben dejar de probar.
La semana próxima, el Rincón de Atamisque.
NOVEDADES
No era San Valentín, ni se habló de enamorados, pero en casa (después de 45 años), siempre festejamos algo y hace poco, el final de la noche llegó con tiramisú y DESEADO.
Como ya les he contado, Deseado es un espumoso elaborado con uvas 100% Torrontés provenientes de fincas propias de la Bodega Familia Schroeder sita en San Patricio del Chañar (a 39º de Latitud Sur), en un polo vitivinícola de los más australes del mundo, en la provincia de Neuquén. Para su elaboración, se llega a una toma de espuma que avanza hasta descender a los 65 gramos de azúcar, logrando un espumante aromático, frutado y fresco, con un delicado perlage y que no empalaga.
Tambien elaboran un Deseado Rosé, con 90 % Torrontés y 10 % Malbec.
Deseado tiene un precio sugerido al público de $ 300 en vinotecas y, desde septiembre de 2018, Familia Schroeder es comercializada por la Consultora Umami.
Muchas veces me preguntan por vinos casi desconocidos; otras veces recibo ofertas de bodegas muy poco conocidas; en otras ocasiones me preguntan sin tal o cual vino vale la pena (o el costo). El resumen, muchas de esas ofertas están basadas en etiquetas ignotas o bodegas muy poco conocidas. Además los “clubes de vino” que ofrecen “maravillas” mensuales (a veces incluidas en el costo de la cuota mensual y otras veces como gran oferta). También ocurre que alguien me trae a casa su gran “descubrimiento” de un vino de esos clubes o bien de algún “ofertador” profesional.
En mi modesta opinión, la mayoría de esas ofertas u “oportunidades” son de escasa calidad y de altos precios, bajo el camuflaje de ser un “ofertón”, que no suele sobrepasar, en calidad, a los entry level de las bodegas más conocidas.
Yo recomiendo que miren esas ofertas con cierto recelo y se orienten a las marcas más conocidas, en las que todas las líneas son buenas en su gama, como Trapiche, Nieto Senetiner, Catena Zapata, Bianchi, Salentein, Clos de los Siete, Zuccardi, López, Weinert, Fabre Montemayou, Goyenechea, Andeluna, etc. ya que generalmente no defraudan y sus vinos suelen tenar una buena relación precio calidad.
Si se trata de probar, algo que siempre recomiendo, puede acudirse a bodegas menos conocidas pero de reconocida trayectoria y calidad, como Ricardo Santos (lamentablemente fallecido, pero cuya labor la continúan su hijos Patricio y Pedro), Domaine St. Diego (liderada por el destacado enólogo Angel Mendoza), Atamisque (del Valle de Uco y regenteada por el enólogo Philippe Caraguel), Vistalba (de Carlos Pulenta) CarinaE (del matrimonio Subra); Dolium; Marcelo Pelleriti Wines; Escarlata; Altos Las Hormigas, Las Perdices, Riglos, Durigitti, Laureano Gómez, etc.
Todas estos emprendimientos, dan lugar a vinos de muy buena calidad, más allá de los costos que, en los casos que critico, suelen ser son engañosos.
CORREO DE LECTORES
Un viejo amigo, apuntó:
Addenda II, me comí el saludo por el aniversario de bodas. Aunque en realidad no se si saludar o dar el pésame, no por las personas, sino x los años de aguante, yo llevo 59!!!
CINCUENTA Y NUEVE … Un dinosaurio aquí, otro allá …
Otro asiduo visitante de esta sección señaló:
Estimado Alejo: Te pasaste de vintage con los Mac Ke Mac’s!!!!!!.......Y sí, cuando los artistas eran gente respetable y trascendían exclusivamente por sus tareas profesionales…… Yendo al tema de los vinos, siempre coincido con vos, pero como amante de los espumantes, tengo que decir que Bianchi Extra Brut no termina de convencerme….no sé, como tiene demasiada acidez para mi paladar. Más allá de eso, muy buenos tus comentarios como siempre.
El problema de las grandes bodegas es la variedad de etiquetas que a veces suele confundir. Nadie puede negar que Bianchi tiene excelentes espumosos y que este es uno que se destacó hace tiempo, más allá del gusto personal, claro está. Pero otros pueden haberlo superado y eso queda en el recuerdo como por ejemplo el Premium Estrella de presentación bastante parecida.
Un “vecino” de trabajo, me dijo:
Saludos y felicitaciones a la pareja que cumplió 45 años de casados. Se acercan a las bodas de oro. Por cuestiones generacionales no escuche a este grupo vocal, sí a Opus 4, que fueron excelentes. También solicitale a tu ex pupila si me puede presentar a su prima. Hablando de espumantes, he probado dos sidras: 1888 y 1930. Es la primera vez que una sidra me gusta. Las has probado ?Se agradece. La 1930 no la probé la 1887 si y es aceptablemente buena. Prefiero otras que me parecen superiores como Los Amaya, Lady, Zedryc, etc.
Un amigo sureño me dijo:
Hace algún tiempo te envié un comentario sobre este vino, que tuve la oportunidad de tomar en Chos Malal, en el marco de una travesia off road por los volcanes del norte neuquino. Resulto excelente para acompañar un buen chivo patagónico (el chivo patagónico de Chos Malal tiene denominación de origen).
Decía:
En oportunidad de hacer un recorrido en vehículos 4x4 … en la zona volcánica de Neuquén, probé el Trashumante Malbec Reserva, de Viñedos Desde la Torre, de Chos Malal, la antigua capital neuquina. Resultó un muy buen tinto para maridar con un excelente chivito. Vale la pena acotar que el Chivito Criollo del norte Neuquino es el primer alimento argentino en haber logrado la famosa DO (Denominación de Origen, sigla que explicaste en varias oportunidades). Una de las cosas que le da su peculiaridad es la trashumancia (que es el traslado de los animales para la veraneada en la altura y la invernada cuando el clima se pone frio), precisamente lo que da el nombre al vino. A mismo precio en mesa de restaurant que un Latitud 33, el Trashumante resultó una acertada opción.
Ahora agregó:
Ayer leyendo un informe en el suplemento turístico del diario La Nación, vuelven a nombrar al Trashumante, dándolo como vino elegido por el Papa Francisco para las cenas de fin de año.
Y finalizó informando que:
Chos Malal es una de las paradas de la ruta del vino provincial. La Bodega Desde la Torre, por la ruta 40, hereda una tradición que data de fines del Siglo XIX continuada por la cuarta generación de una familia de origen francés. Uno de sus caldos, Trashumante, tiene coronita. Consagrado por el Papa Francisco (cada año el Vaticano se agencia 100 botellas para sus brindis de Navidad). Los hermanos Nicolás e Ibrahim de la Torre -el sommelier y el winemaker- junto a su padre Luis, acicalan los viñedos y ofrecen degustaciones estimuladas con escabeches de chivo y queso de cabra a 100 pesos por cabeza … sobresalen también las líneas Identidad, blend de Malbec y Bonarda, 4ta Generación -Petit Verdot, Malbec y Cabernet Franc- el Hito de la Ruta 40 -Malbec- y el espumante Grace.
Toda una fuente de información.
La semana estaré nuevamente con Uds.
Mientras tanto les deseo que tomen buenos vinos
ALEJO
“El Añejo”