Hola queridos Wine Lovers:

 

               

  

 

 Les presento a mi chofer →

 

 

 

 

   

  

VINOS

   

 

El sábado pasado fuimos a cenar al Restaurante Catalino, uno de mis preferidos (por su excelente atención y sus platos originales y fuera de lo común), y -como aceptan descorche- llevé el Atamisque Malbec, Cosecha 2017.
Este vino integra la línea superior de la bodega homónima (junto con el blend, un chardonnay y un cabernet sauvignon, espléndidos), y pasa doce meses en barricas de roble francés el 100 % del vino. Se trata de un vino que excede el límite de la excelencia por su perfección que no deja arista alguna para la crítica. Tiene una presentación clásica con el árbol que identifica a la bodega y se muestra en la copa con un color rojo profundo y violáceo, con muy buenas piernas. En nariz despliega aromas a frutas rojas maduras, algunos dejos de especias y vainilla y chocolate producto de la crianza, antes señalada. En boca tiene un ataque potente pero dulzón y amable, luego corre con muy buena estructura, para llegar a un final largo y placentero. Un vino elegante, robusto pero amable, agradable en todas sus etapas (nariz, ataque y recuerdo). Con gran equilibrio entre la fruta, la madera, el alcohol y la acidez. En definitiva un vino soberbio (Aprox. $ 1.000). Tim Atkin en su informe de este año, lo calificó con 92 Puntos.

 

 

 

También, en estos días probé el Melodía Cabernet Franc, Cosecha 2018, que elabora Jorge Benites, y que tiene su presentación clásica con el pentagrama y que se muestra en la copa se exhibe con un color rojo rubí medianamente intenso, con buenas piernas (14°). En nariz ofrece aromas a frutas rojas y un dejo de especias y notas terciarias … En boca tiene una entrada amable para seguir con buen cuerpo, amable y fresco merced a una buena acidez, que deja una impresión de elegancia, distinción y llega a su final manteniendo esa frescura agradable que le permite dejar un recuerdo complaciente. Excelente.

(la imagen es de una cosecha anterior).

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www.melodiawines.com.ar  

 

 

En estos días probé el Desierto 25, Pinot Noir, Cosecha 2018, de la Bodega del Desierto que, como ya les conté, es un emprendimiento relativamente joven pero que ha ganado experiencia y logrado alta calidad en sus productos, desarrollados a partir de viñedos sitos cerca de 25 de Mayo, al sudoeste de La Pampa, en el Alto Valle del Rio Colorado (norte de la Patagonia), en una zona árida con muy escasas lluvias.
El vino tiene una presentación clásica de esa firma, cuya etiqueta emula la aridez del suelo desértico. En la copa se exhibe con un color rojo rubí, muy apropiado para el varietal y en nariz desprende aromas a frutas rojas y negras, algunas notas de especias, anís y un ligero dejo de vainilla debido al paso durante tres meses en barricas de roble francés. En boca tiene un ataque amable y fresco pero que anticipa personalidad, que después se confirma aún cuando tiene un cuerpo medio (13.1°), y avanza hacia su final, dejando sentir las impresiones típicas de la cepa, con taninos firmes pero que corren elegantes, agradables y sin aristas. Su recuerdo es delicado, grato y sabroso. Excelente (Precio sugerido $ 330).

 

 

  

ALDO

  

Días pasados, tuve oportunidad de asistir al lanzamiento de La Guía del Vino (2019), de Aldo Graziani y Valeria Mortara (dos destacados sommeliers), realizadas en el Palacio Duhau-Park Hyatt, Buenos Aires, Meeting Rooms.

 

Además de saludar a Aldo (en la imagen), encontré muchos amigos y, obviamente se podían probar muchísimos vinos … y así lo hice. Solo destacaré los más notables, sin que el orden indique alguna preferencia. 

En un solo stand, probé el Adriana White Bones, el Adriana White Stones, ambos de Catena. Y muy cerca de ellos, El Enemigo Chardonnay, Cosecha 2016, que es un vino de la Bodega Aleanna (ALEjandro Vigil y AdriANNA Catena), a partir de uvas cultivadas en viñedos ubicados en Gualtallary, plantados a una altitud aproximada de entre 1400 y 1500 de altura su fermentación se completó con un paso por velo de diez meses, antes de la crianza tradicional.
Un espléndido vino de color amarillo dorado con tonos ligeramente verdosos, con aromas a frutas tropicales, notas florales y detalles aromáticos que marcan el paso por roble francés  35% nuevas. En boca es fresco, elegante y trasunta mucha personalidad. Su final es persistente, sabroso y muy agradable. Más que excelente. 

El Adriana White Bones, Cosecha 2015, responde al nombre de una pequeña parcela (White Bones “Huesos Blancos”), que hace referencia a la composición del suelo que posee presencia de calcáreo de restos fósiles. El vino, que fue fermentado en barricas de 225 y 500 litros, tiene un color amarillo no muy intenso pero brillante. En nariz propone aromas a frutas de pulpa blanca como peras, manzanas verdes y algo de cítricos, además de notas florales y dejos minerales, con un toque de vainilla debido a su crianza durante más de un año en barricas de roble (con battonage). En  boca despliega frescura (pH 3.2), elegancia, delicadeza con personalidad y un cuerpo que condice con la descripción (13°). Todo lo cual desemboca en un final delicioso y seductor, de esos que invitan a tomar otra copa (o dos). Un vino soberbio. 

El Adrianna White Stones, Cosecha 2015, alude al nombre otra pequeña parcela del viñedo Adrianna (“Piedras Blancas”), que tiene abundante presencia de piedras ovaladas blancas. El vino se fermenta en un 100 % en barricas de roble francés de 225 lts y de 500 lts. Como el anterior tiene un color amarillo no muy intenso. En nariz ofrece aromas a frutas tropicales, algo de cítricos y ligeras notas florales y minerales, con un toque de vainilla debido a su crianza durante más de un año en barricas de roble (con battonage). En boca se destaca su frescura (pH 3.1), elegancia, delicadeza y personalidad, que terminan con un final exquisito y cautivante delicioso que lo erige, también, como un vino soberbio. 

Por otro lado, en otra “ala” de la expo, probé el Dedicado Chardonnay que nunca (por una cosa u otra), había probado y me pareció excelente, no sin antes señalar que extraño los antigüos “Paisajes” (de Barrancas y de Tupungato, que me encantaban), que ya no se hacen. 

Otro que me llamó la atención fue el Claroscuro Cabernet Franc, por su personalidad y amabilidad, que se conjugan con una notable redondez y equilibrio. Excelente. 

Al lado, me gustó mucho el vino Los Chocos Cabernet Franc, más intenso y corpulento, pero muy bueno. 

De la Bodega El Porvenir tomé su vino ícono, llamado -precisamente- El Porvenir, elaborado con uvas de las Fincas Río Seco (recuerdo un muy buen vino que llevaba ese nombre), y El Retiro, sitas entre 1600 y 1700 metros sobre el nivel del mar respectivamente, en el Valle de Cafayate, Salta. Es un blend de Malbec 60%, Cabernet Sauvignon  30%, Tannat 7% y Petit Verdot 3%. Me dejó una excelente impresión. Color intenso con tonos casi negros, aromas a frutas rojas y negras maduras y notas de vainilla y ahumados. En boca sus taninos son importantes pero redondos. Excelente. 

Doña Margarita Bordón, me hizo probar (después de mucho tiempo que no lo bebía), el Felix Lávaque que es excelente.

  

 

NOVEDADES

  

INCIDENCIA DE LA CRITICA y/o PERIODISMO 

Leí un artículo publicado en www.areadelvino.com  proveniente de Kellogg Insight  que decía más o menos lo siguiente: 

Al propietario y productor del Pétrus se le preguntó si a la hora de hacer un vino se tenía en cuenta al consumidor y -asombrado- respondió: “¡No lo tengo en cuenta en absoluto! Lo fabrico a mi gusto". Postura es muy común entre los productores de vino. Ergo, desde el punto de vista comercial, si no se tiene en cuenta la opinión de los clientes, la pregunta es: ¿cómo vamos a fidelizarlos y asegurar la rentabilidad del negocio?

Por estas razones Gregory Carpenter de la Kellogg School of Management con la colaboración de Ashlee Humphreys, profesora asociada de Comunicaciones de Mercadotecnia Integradas en la Escuela Medill de Northwestern University, decidieron estudiar la industria vinícola.

 

Señalaron que Steve Jobs decía: "Nuestra labor es percatarnos de lo que [los clientes] van a querer antes de que ellos mismos se den cuenta”. Pero los investigadores querían saber qué puede hacer una empresa que no ofrece tecnologías disruptivas, para influenciar a los consumidores. 

Carpenter y Humphreys pintaron un cuadro de una industria cuyas marcas alcanzan el éxito no elaborando vinos que agraden al consumidor, sino esforzándose por crear algo grande y novedoso, que va más allá de su imaginación. Luego pugnan por influir en los críticos, los expertos y los medios de comunicación, que a su vez son los que influyen en los distribuidores, los minoristas y, en última instancia, del consumidor.

"Se crea un consenso sobre quién está haciendo cosas interesantes y eso influye en la opinión de los consumidores", explica Carpenter. 

Pero lo que Carpenter y Humphreys querían averiguar era cómo se distinguen los llamados "buenos vinos" de sus numerosos competidores. En un famoso estudio, se ofrecieron a varios enólogos dos copas de vino, uno tinto y otro blanco. Los catadores los describieron con un vocabulario totalmente distinto. Las dos copas contenían el mismo vino, pero en una de ellas el vino había sido teñido de rojo con un colorante insípido. 

De la investigación se desprende que los productores de vino reconocen que sus clientes no son expertos. Por eso, en lugar de adaptarse a los clientes, los productores crean los vinos guiándose más por su visión que por las fuerzas del mercado. Entonces, ¿qué puede hacer un winmemaker para convencer a los consumidores inexpertos que elijan su vino? "El camino para alcanzar el éxito con los consumidores comienza con los críticos, la prensa especializada y los demás productores de vino", dijo Carpenter.

Según los autores del estudio, lo primero que hacen las empresas es establecer relaciones con los críticos y la prensa. Tratan que algún escritor especializado pueda otorgarle una alta puntuación y escribir una reseña brillante. Cuando estos críticos elogian un vino en particular, la gente toma nota. Pronto aparece en los anaqueles los minoristas, en más listas de vinos, y capta la atención de vendedores y sommeliers.

Así, Carpenter dijo: "Es tremendamente difícil alcanzar el éxito” pero una vez que una empresa logra cambiar los gustos, los efectos pueden ser muy duraderos. "La gente piensa que la clave consiste en fabricar un buen producto pero lo que cuenta es la visión comercial”.  

 

También, en  www.areadelvino.com del 2.05.19 leí que en 2018 se consumieron 24.600 millones de litros de vino. La mayor parte del consumo se concentró en estos países:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También allí leí que la edición de abril de la publicación británica Drinks International recoge su clasificación de los vinos más admirados del mundo en 2019 (www.businessinsider.es/). 

Destaco solamente los nombrados alguna vez en estas Columnas: 

01. Penfolds (Australia)

04. Concha y Toro (Chile)

06. Sassicaia (Italia)

08. Marqués de Riscal (España)

10. Ridge (EEUU)

15. Chateau Marguaux (Francia)

18. Chateau D’Iquem (Francia)

20. Chateau Petrus (Francia)

21. Cloudy Bay (Nueva Zelanda)

24. Chateau Lafite (Francia)

28. Chateau Haut-Brion (Francia)

29. Chateau Cheval Blanc (Francia)

30. Santa Rita (Chile)

33. Robert Mondavi (EEUU)

38. Chateau Mouton Rothschild (Francia)

41. Undurraga (Chile)

42. Trapiche (Argentina)

43. Jacobs Ceek (Australia)

49. Rosamund Estate (Australia) 

 

CORREO DE LECTORES

  

Un joven lector me dijo:
Bien Alejo, la colorada y ésta (Evangeline Lilly), un solo corazón.
Bué

En cambio, un viejo amigo señaló:
Si, sin dudas, una belleza la canadiense,  la equiparo a una rosa, un aplauso para tu decisión de ponerla como "Luxury start".
Bella la dama

En cambio un estimado colega, criticó:
Imperiosa necesidad de service de neumáticos para Evangeline Lilly !
Tiene las gomas bajas ?

 
Un estimado lector apuntó:
… Buenas noches. Sólo acotar que, al igual que Fangio y Senna, Schumacher fue campeón en más de una escudería (y motor).
Hay que coincidir que era un excelente piloto. Muchos deportistas, son muy buenos y dejan algo que desear en algún aspecto. 
 

Una lectora de hace muchos años apuntó:
Alejo: me gustan los vinos, pero no las mujeres (por más bonitas y llamativas que sean), por favor poné alguna vez algún integrante del sexo masculino…
Ya vendrán … 

 

 

La semana estaré nuevamente con Uds.

Mientras tanto les deseo que tomen buenos vinos

  

ALEJO

 

“El Añejo”