AÑO XX - NUMERO 28

(18.07.2021)

 

Hola queridos Wine Lovers:

 

LA CARRERA ESPACIAL y EL DIA DEL AMIGO

 

Podría decirse que la “Carrera Espacial” comenzó con el lanzamiento de la primera bomba alemana V 1, autopropulsada con un motor cohete, que se dirigía hacia Inglaterra y cuando se agotaba el combustible (bien calculado), caía con su carga explosiva, causando daños .

Este rudimentario “cohete” a veces fallaba, otras veces caía en un lugar en el que no causaba daños o eran “cazados” por un modelo de Spitfire muy rápido que las esperaban a gran altura y se lanzaban en picada para ametrallarlas (algunas derribaron) . 

Pero los hitos más destacados de esta “Carrera” comenzó en la postguerra y el primer paso lo dio la entonces URSS que en 1957 lanzó el primer “satélite artificial” llamado Sputnik (nombre común en tiempos), y poco tiempo después en el Sputnik 2 viajó la perra Laika.  

Luego, el 12 de abril de 1961, en la cápsula Vostok 1 , la URSS lanzó al espacio al primer astronauta, Yuri Gagarin (†) , que fue uno de los 19 candidatos a cosmonautas del programa espacial soviético. La lista fue reducida a dos: Gagarin y su compañero Gherman Titov, que después viajaría al espacio en la Vostok 2). Con 1,57 m de altura, este cosmonauta estaba mejor preparado que otros colegas para acomodarse al espacio reducido del interior de la cápsula. Cuando despegó a las 09:07 (hora local), Gagarin dijo "Poyekhali" o "Ahí vamos".

Durante la misión, Gagarin ingirió procesados ​​en tubos y se mantuvo informado al centro de control sobre su estado, utilizando una radio de alta frecuencia y un teclado telegráfico.

Parece que Gagarin no tuvo control sobre su nave durante el vuelo y que nadie conocía el efecto que la falta de gravedad deberíamos en los astronautas. Había mucha preocupación por la posibilidad de que se desorientara o quedara incapacitado. También había preocupación por lo que podría ocurrir si se perdía el manejo de la misión desde la base en tierra, por lo que al cosmonauta tenía un sobre sellado con los códigos que le permitirían guiar la nave con la ayuda de una computadora de a bordo.

Los cables que unían la cápsula con el módulo de servicio no se separaron durante el retorno a la Tierra y la nave reingresó a la atmósfera con una carga extra, por lo que la temperatura interior subió peligrosamente y la cápsula comenzó a dar vueltas al punto que el cosmonauta casi pierde la conciencia. Fueron diez minutos de crisis hasta que los cables se desintegraron. El astronauta se transformó en una celebridad mundial, con monumentos en su honor y calles y niños soviéticos con su nombre. Incluso Gzhatsk, la ciudad de su infancia, fue rebautizada como Gagarin.

Los Estados Unidos iban detrás de su enemigo de la "guerra fría" y además de otros satélites, como el Early bird , que fue el primero puesto en órbita para comunicaciones, trataron de adelantarse a los soviéticos, con el Programa Mercury que fue su primer desarrollo espacial tripulado (1961 - 1963) y cuya idea nació poco después del lanzamiento del Sputnik.

El 5 de mayo de 1961, solo 27 días después que el viaje de Gagarin, Alan Shepard realizó el primer vuelo suborbital estadounidense. Recién el 20 de febrero de 1962 el astronauta John Glenn se convertiría en el primer estadounidense en orbitar la Tierra, repitiendo así la hazaña de Yuri Gagarin. En aquel momento los soviéticos ya tienen 48 misiones orbitales y Valentina Tereshkova se convertiría en la primera mujer en el espacio, veinte años antes que la primera estadounidense en el espacio, Sally Ride.

La carrera siguió después con las cosmonaves para dos tripulantes (en EEUU se llamaron “Geminis” y en la URSS Vostok 3 y 4), continue con el primer paseo espacial fuera de una astronave, y luego los estadounidenses desarrollaron el “acople espacial” necesario para misiones más largas, estaciones espaciales y el viaje a la luna.

Con el siguiente programa, la Cápsula Apolo -con tres tripulantes- llegó a la luna y dos de ellos descendieron en la superficie lunar. Allí Estados Unidos logró ganar la primera gran batalla de esta carrera. El despegue fue el 16 de julio de 1969 y llegó a la Luna el 19 de julio de ese mismo mes y al día siguiente logró que dos astronautas (Armstrong y Aldrin), caminaran sobre la superficie lunar. Neil A. Amstrong (†), fue el comandante; Michael Collins (†), el piloto del módulo de mando (quedó orbitando la luna mientras los otros dos descendieron), y Edwin Eugene Aldrin Jr. (91 años, alias Buzz), piloto del módulo de descenso lunar.

Se dice que 600.000.000 de personas vieron en directo por TV el descenso y la caminata. Recuerdo perfectamente, que vi la primera trasmisión a eso de las 23:00 hs. en la casa de una novia de aquélla época y luego fui a mi casa para ver la segunda trasmisión aproximadamente a la 1:00. Mi padre mantuvo despierto a mi hermano, que tenía seis años, para que lo viera y lo recordara como un hecho relevante para la humanidad, acaecido en su temprana edad (bien por el “viejo”).

A partir de esa fecha el 20 de julio de cada año en Argentina, Brasil y Uruguay se celebra el día del amigo. En otros países, se lo hace el 30 de julio. 

Con posterioridad a este evento extraordinario, se han realizado proyectos conjuntos e, incluso, con otros países y hasta se ha llegado a lanzar naves privadas, pensando en turismo espacial. El camino ha sido largo, pero resta aún mucho más: llegar a otros planetas, otros sistemas solares y otras galaxias y quizás contactarnos con otras civilizaciones. Por las dudas, acá va algo más sencillo:

 

¡¡¡MUY FELIZ DIA DEL AMIGO PARA TODOS USTEDES !!!

 

VINOS

 

Esta semana probé el Beatus VIR, Single Vineyard, Cosecha 2017 , que elabora Cavas del Pozo, con la inspiración de Claudio Del Pozo, de la mano del enólogo Rodrigo Romero; hecho con uvas de Perdriel, Luján de Cuyo, 50% Cabernet Sauvignon y 50% Malbec; con una crianza de quince meses en barricas de roble y dos años de estiba en botella.

Como dije la semana pasada, Beatus Vir, quiere decir -en latín- Bendito el Hombre (u hombre bendito), y rememora una obra religiosa, musical y coral, de Antonio Vivaldi. En este caso la presentación es más llamativa que el anteriormente comentado (la semana pasada), con el color rojo vivo de la etiqueta y las letras blancas.

En la copa se muestra con un color rojo violáceo intenso, con algunas notas más claras en los bordes, que surge de la crianza y la guarda y, además, muestra buenas piernas, ligeramente coloreadas. En nariz ofrece aromas a frutas rojas y negras maduras, notas de especias, y aportes de la madera que dejan recuerdos a vainilla y ligeros toques de chocolates y ahumados. En boca tiene un ataque amable que comienza mostrando su buen cuerpo y estructura (14,7 °), que hace que se sienta completo en el paladar, pero redondo, con taninos suaves y maduros que lo hacen muy agradable y elegante; para llegar a un final cautivante y deleitoso, de esos que invitan a tomar otra copa (o dos).En definitiva excelente, y me quedo corto, sobre todo por su precio muy acomodado por su calidad, de unos $ 1500.                                                                                                                                                     

Vende y distribuye platos de vinos: CAVAS DEL POZO - Fray Luis Beltrán 1271 - Martinez (Casi Esq. Cuyo) - San Isidro.

www.cavasdelpozo.com.ar This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.    IG: @CavasDelPozo

www.facebook.com/CavasDelPozo.

   

En estos días probé el vino L10 de Bianchi, Malbec, Premiun, sobre el que liminarmente destacaría que este producto intenta ayudar a los niños más vulnerables, ya que con cada venta se colabora con la Fundación Leo Messi , por eso su nombre L por Leo y 10 por el número de su camiseta . Dicha fundación (que como tal no tiene fines de lucro), tiende a desarrollar proyectos destinados al cuidado de la salud y al avance educativo de los niños con mayores desventajas sociales. 

El vino tiene una presentación llamativa, dentro de la sobriedad de sus colores oscuros, y se elabora con uvas 100% malbec y el 30% pasa ocho meses en barricas de roble francés. En la copa tiene un color rojo profundo con tonos violáceos, apropiado para la cepa. En nariz ofrece aromas a frutas rojas maduras, entre las que se destacan la ciruela y la cereza, notas de violetas y toques de especias, más un dejo de vainilla, debido al contacto con madera. En boca tiene una entrada dulzona, habitual para los malbec puros, y luego corre fresco, con taninos amables y redondos, que lo hacen muy agradable en todo su recorrido por el paladar, para dejar un recuerdo grato y elegante. En definitiva un excelente vino en su gama de unos $ 500/600. 

Cuentan por ahí (no lo he corroborado), que Silvio Alberto Chief Winemaker and Viticulture de la bodega, habría conversado en Barcelona con Leonel Messi para que probara y degustara un corte de malbec, cabernet sauvignon, cabernet franc y petit verdot, provenientes de Los Chacayes (Tunuyán); cosecha 2018. En algún momento se haría el lanzamiento. De todos modos, esta primera producción será un proyecto personal, no destinada a la comercialización. 

 

Si bien quizás lo haya probado con anterioridad no he reparado en él sino en el Malbec y el Cabernet Sauvignon de la Línea, por lo que en un 3 x 2, que resultó a razón de $ 360 cada uno, compré tres Intocables Red Blend Cosecha 2019, de Finca Las Moras.
Como ya les he contado, esta línea tiene las características de la crianza en barricas de roble americano de segundo uso, used para el Bourbon que (para llamarse así), debe pasar por barricas nuevas, por lo que aporta notas de cualquier roble americano - en este caso con buen tostado- además de algunos dejos acaramelados provenientes del whisky allí criado.
La etiqueta es similar a la de sus hermanos, solo que su fondo es de un color rojo purpurado, oscuro. Se elabora, bajo el control del enólogoEduardo Casademont, con uvas del Valle de Pedernal, con un corte de Syrah, Merlot y Bonarda, y con una crianza de doce meses (en el roble antes mencionado). En nariz ofrece aromas a frutas rojas medianamente maduras y notas de ahumados, caramelo y un suave dejo a chocolate. En boca tiene una entrada amable y luego corre con cuerpo ligero (13,5 °), delicado, redondo y muy agradable. Probablemente el merlot le ha dado la delicadeza señalada, la bonarda el color y el syrah su estructura. En el paladar pasa rápido y agradable con un final largo y sabroso. Excelente vino en su gama. 

 

 

Uno de estos días, con un gatuzo al horno, tomé el San Huberto Chardonnay 2020 , que resultó un muy buen vino en su gama. Se hace con uvas el Valle de Aminga, Departamento Castro Barros, La Rioja, donde la firma tiene un emprendimiento que, como ya les conté se complementa con otros dos: uno en Lujan de Cuyo y otro en China.
Tiene una presentación sobria y se muestra en la copa con un color amarillo medianamente pálido pero que se destaca por su limpidez. En nariz propone aromas frutas de pulpa blanca. En boca tiene un comienzo fresco, equilibrado y suavemente frutado, con un cuerpo ligero (11,8 °), y una suave acidez, que lo hace muy bebible para muchos gustos.En definitiva, considerando que es un nivel de entrada, es un buen vino para su gama de unos $ 200/220 (en supermercados orientales). 

 

 

Finalmente, debo comentar dos Cabernet Franc que he tomado en estos días (sin perjuicio de que los haya comentado con anterioridad), que son muy atractivos, agradables y recomendables: 

Fabre Montemayou, Cabernet Franc Reserva, Cosecha 2018, que como todos los vinos de la bodega homónima es muy bueno. Tiene una gran expresión aromática con notas de frutas rojas y negras, especias, toques herbáceos, dejos de vainilla y canela por su paso por barricas de roble francés, que lo hacen muy amable y elegante. Excelente (Aprox. $ 480 en supermercados orientales). 

Pioneer Cabernet Franc. Cosecha 2019, que como todos los productos de La Celia, es muy bueno y con una excelente relación precio calidad. El vino tiene buen cuerpo (14 °), pero delicado, agradable y muy bebible. Despliega aromas a moras, grosellas, ciruelas, con notas de vainilla y tabaco y dejos de eucalipto y pimienta (Aprox. $ 400 en supermercados orientales). 

 

NOTICIAS

  

OPINIÓN DE UN EXPERTO:

Me privaré de los vinos blancos y rosados ​​muy velados, turbios o "nublados". Parecen muestras para análisis clínicos. Recordemos que el 90% de la apreciación de la calidad del vino comienza con la vista.

Los vinos muy nublados o turbios son anti-enología. Solo intuyen indolencia y atrevimiento. Si se les atribuye "factor terroir" solo expresa mediocridad.

Las copas con vinos muy velados no engalanan la mesa… un vino muy turbio pierde elegancia y equilibrio en el tiempo.

Ángel A. Mendoza 

 

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Joaquín Hidalgo
en Vinómanos 16.07.21, escribió una nota, titulada “Como elegir un buen vino…”, de la que extraigo los siguientes comentarios, que comparto totalmente: 

El vino no deja de cumplir el viejo adagio que reza “existe un mundo mejor, pero es más caro”. Cierto es que no todo vino más caro es más rico, ni mejor, ni más adecuado a nuestro paladar. El ejercicio simple del que hay que partir es el siguiente: en la góndola de los accesibles, digamos, hasta $ 500 [dentro de ellos] $ 50 a $ 100 hacen una diferencia gustativa notable en sabor y complejidad. Pero en la de los $ 1000, no. Ahí hay que pensar que el salto efectivo se da con $ 300, $ 500, con vinos más precisos, matizados y ricos en sabores nuevos, en las que ya despunta la elegancia, el trazo fino.

Pero si aún se busca ir más allá, digamos desde los $ 2500 en adelante, la calidad del vino es poco discutible y en general las diferencias son sutilezas que responden a otras cuestiones: cantidad de botellas, prestigio del productor y canales de venta. Por eso es importante cómo elegir un buen vino.

En la góndola actual hay vinos sensatos de $ 250 pesos y vinos fuera de serie de $ 55.000. ¿Significa esto que el segundo es 220 veces mejor que el primero? Difícil ponerlo así. Lo que sí está claro es que hay al menos unos 15 a 20 escalones cualitativos en el medio donde entra el resto del mercado. Y el precio es una cuestión de oferta y demanda y, sobre todo, de quienes pueden y quieren darse el gusto. 

(Puede verse la nota completa en https://vinomanos.com/)  

 

CORREO DE LECTORES

  

Un amigo me dijo:
Alejo, me olvidé de decirte la semana pasada que el nombrar a las locutoras te olvidaste de algunas importantes, como Teté Coustarot, Cristina Pérez, Karina Mazzocco y otras.
Es cierto que no las mencioné, y que estas tres tienen una trayectoria importante, pero puse “entre otras”. 

 

Un viejo amigo, me contó:
Alejo, mi viejo tomaba el Don Valentín Lacrado ya mi me quedó tan grabado que cada tanto me bajo un tubo, siempre bueno y en aquéllas época pocos vino podría acercarse a su prestigio…
Cuando íbamos a comer a un restaurante, mi viejo por lo general pedía un Don Valentín o un Bianchi Borgoña. 

 

Con respecto al recuerdo de Carlos Reutemann, recibí varios comentarios, aquí y en Facebook. Veamos: 

Enólogo destacado:
Excelente recuerdo Alejo. Me acuerdo cuando lo veíamos correr, decíamos que siempre salía 2do como si eso no fuera un gran logro. 

Una colega y ex compañera de facultad:
Muy linda reseña amigo ... era una excelente persona ... de los pocos políticos que honraron su función.

Un amigo, casi fanático de los "fierros": El "Lole" fue un grande, luchó contra viento y marea, tuvo grandes result que los argentinos exitistas no supieron reconocer, pero como vos decís no en vano ganó un Konex de Platino y fue subcampeón mundial…

 

Un compañero de colegio:
Qué muñeca que tenía Reutemann 

Otro lector:
… Además de todo lo que dijiste, Reutemann era reconocido como un gran probador de autos (tester), por eso le sacaba el mejor provecho a los que él conducía, fíjate que en 1981, being el segundo piloto de Williams y bastante maltratado por la escudería, terminó el campeonato delante de Alan Jones ...

 

Evidentemente, era una persona moderada y retraída, pero correcta y amable. Buen deportista, realmente exitoso (salvo los exitistas), del que recuerdo con claridad su triunfo el Silverstone, con una excelente maniobra pasó a Andretti ya Lauda, ​​su victoria en Mónaco, y su segundo puesto en el Gran Prix de Buenos Aires de 1981, que en la tercera o cuarta vuelta lo pasó a Alan Jones, que llegó cuarto (entre otras). Fue un caballero en la pista y en la vida. Muy querido por los que lo conocían y muy respetado en su actuación política. 

 

Los comentarios aquí vertidos, o los anteriores, pueden volver a leerse en www.columnadelvino.com.ar haciendo click en el buscador

 

La semana próxima estaré nuevamente con Uds. 

¡¡¡FELIZ DÍA DEL AMIGO Y BUENOS VINOS !!!

 

 

ALEJO

 “El Añejo”