AÑO XVIII - NUMERO 35

(16.09.18)

 

 

 

 

 

Cuando digo: Buen cuerpo y buenas piernas no me refiero a esto …

 

 

 

 

 

Es esos casos aludo al cuerpo del vino: su densidad, estructura y volumen en boca; y a las piernas o lágrimas que descienden lentamente por el lado interno del cáliz de la copa.

 

Y por buena cola, debe entenderse, claro está, a la persistencia del vino y a su recuerdo en el final de boca que suele medirse en caudalias (en latin cauda = cola). 

 

 

VINOS

    

La semana pasada fui a cenar a una parrilla de barrio y llevé un Ruca Malén, Cabernet Sauvignon, Cosecha 2014, todavía con la etiqueta anterior, sobre el que recuerdo que Antoine Thibaud (hijo del enonces dueño de la bodega, Jean Pierre Thibaud), decía que era un vino muy rico y tenía razón. 

Como les he contado, en oportunidad de mis dos visitas a la bodega, Ruca Malen comenzó en 1998 cuando Jean Pierre Thibaud y Jacques Louis de Montalembert decidieron realizar su ilusión de tener su bodega en Mendoza. Por ese entonces, Jean Pierre dejaba la presidencia de Bodega Chandon Argentina. Veinte años después, el Grupo Molinos adquirió la bodega y, si bien ha conservado la calidad, ha renovado sus productos y las etiquetas, agregando la línea Aimé.

Este vino ahora se denomina Ruca Malén Reserva, con otra etiqueta, la tercera de su historia, ya que originalmente era negra y fue cambiada aproximadamente para la cosecha 2008. Los conocidos Yauquen, son ahora Ruca Malén. 

Es un vino sabroso, jugoso, que no defrauda y que marida con muchos platos, porque si bien tiene el nervio propio de la cepa, es amable, agradable, entrador, probablemente por su paso por barricas (durante doce meses), dando como resultado un vino muy bebible, medianamente robusto y muy complaciente desde el ataque, en el paladar y en su final, dejando un recuerdo grato y goloso. Muy, pero muy bueno (Aprox. $ 350/400). 

  

 

 

Unos días atrás, probé el Portillo, Pinot Noir, Cosecha 2018, de la Bodega Salentein, que me impresionó por las gratas sensaciones que brindó.

La etiqueta relativamente nueva ya se ha convertido en clásica de esta línea, como la tapa a rosca en parte de éstos vinos.

En la copa se lo observa con un color rojo rubí, característico de esta cepa que no suele dar vinos muy oscuros. En nariz despliega aromas a cerezas, guindas y moras maduras, con dejos de nuez moscada y frutas secas, y un ligero recuerdo anisado. En boca es amable desde su entrada, con buen cuerpo (14°), taninos redondos, suavemente dulzones, que dan una sensación sedosa al paladar y que lo hacen muy agradable, para llegar a un final delicado. En definitiva muy bueno (Aprox. $ 150).

Merece destacarse la calidad de este vino, en el marco de un entry level, “tercer anillo” como le dicen en la bodega. 

 

 

  

En éstos días, acompañando un “jamón a la plancha” con pimienta negra, que preparó mi cocinera preferida, tomamos un Don Nicanor Malbec, Cosecha 2013, que combinó perfectamente con el plato.

Tiene una presentación ya clásica para la línea, sobria y elegante, recordando la fecha de fundación de la bodega (1888), hace nada menos que 130 años.

Como les he contado alguna vez, la vieja bodega fue adquirida, en 1969, por Nicanor Nieto y Adriano Senetiner, de allí el nombre del vino. En 1998 pasó a formar parte del Grupo de Negocios de Molinos Río de la Plata.            

Este vino se muestra en la copa con un color rojo profundo con tonos violáceos y azulados y exhibe buenas piernas (14.5°). En nariz propone aromas a frutos rojos maduros, entre los que se destaca las ciruelas, las cerezas y frambuesas, con toques de especias y frutas secas, además de notas de vainilla, cuero y tostados, producto de su paso por barricas, por lo menos durante un año. En boca tiene una entrada amable y luego corre con mucha personalidad y buen cuerpo, logrado a partir de un bajo rendimiento del viñedo (70 qq/Ha), con taninos presentes pero redondos; muy agradable y sabroso. Con un buen final. Excelente (Aprox. $ 350/400).

  

 

Unas semanas atrás habíamos invitado a un matrimonio amigo a comer pulpo español, pero grande fue mi sorpresa, cuando empecé la tarea de cocinarlos, al advertir que eran “pulpitos” españoles. Nunca los había preparado, así que con cierto temor, empecé la tarea de la misma forma que si hubiera sido un pulpo grande. Finalmente les quité las cabezas y los pasé por un sartén con un poco de aceite de oliva y pimentón (así logré lo que llaman dos cocciones), y los serví sobre un colchón de papas españolas cocinadas en el horno eléctrico con un dejo de aceite de oliva para que quedaran suavemente crocantes. Resultado: espléndido.

 

El pulpo, la entrada y la picada fue acompañado de varios vinos, pero el festejo del buen resultado fue hecho con un Animal Extra Brut que trajeron los invitados.
Se trata de un espumoso que elabora Ernesto Catena Vineyards, la firma de la que ya les he hablado, cuyo titular es bisnieto de Nicola Catena, el inmigrante italiano que comenzara con esta dinastía vitivinícola de alta calidad, a través de su hijo Domingo, su nieto Nicolás Catena Zapata y sus bisnietos Laura, Ernesto y Adriana.
Dicen que es un 70 % Chardonnay y 30 % Pinot Noir, de viñedos orgánicos, producido mediante el método champenoise con diez meses sobre borras y con una graduación de 12.4°
Tiene un presentación cuya etiqueta respeta la tendencia de la línea (también en vinos tranquilos), y en la copa exhibe un color amarillo con destellos verdosos, buenas burbujas, finas y persistentes. En nariz ofrece notas de frutas de pulpa blanca, un dejo de cerezas frescas y alguna nota de levaduras. En boca tiene un ataque fresco y luego sigue regocijando al paladar con sus burbujas, frescura y complacencia, para dejar un recuerdo agradable. En definitiva, muy bueno. (Aprox. $ 300). 

 

 

REDUCCION II (Decantación)

  

Les hablé, hace un tiempo, de la reducción que es la reacción química opuesta a la oxidación. Puede producirse en la fermentación, en la crianza o en la guarda. Durante el almacenamiento de los vinos es posible que aparezcan compuestos azufrados -causantes de esta sensación- debido a la presencia de lías (restos de levaduras), a una mala temperatura de guarda, o condiciones de luminosidad negativas (la luz favorece la aparición de compuestos azufrados), por eso el vino es protegido con botellas oscuras.

Los vinos blancos envasados en botellas transparentes y sometidos a una irradiación solar o simplemente luminosa, pueden adquirir el denominado gusto a luz, o gusto a bock, también observado en las cervezas.

Los aromas de reducción, también llamados “tufo de reducción”, son olores generalmente asociados a compuestos volátiles azufrados, derivados del ácido sulfhídrico (H2S), formados por falta de oxígeno. Pueden ser elegantes en pequeña medida (por ej.: membrillo o trufas), o desagradables, como por ejemplo los aromas a cebolla, ajo, azufre, huevos podridos, caucho quemado, o también vahos “a cerrado”, o a verdura cocida, aceituna, etc. Afectan a la percepción sensorial, disminuyendo las sensaciones agradables. 

Algunos lectores me han preguntado qué deben hacer cuando encuentran este tipo de aromas, si deben tirar el vino o si hay forma de recuperarlo.

Primero, debe decirse que estos aromas “no queridos” suelen desaparecer con la aireación sin embargo, si persisten, constituirán un serio e insalvable defecto del vino.

Segundo, debe apuntarse que dichos aromas desagradables no son perjudiciales para el vino ni para la salud, pero afectan la apreciación perdiendo gran parte de su atractivo.

Tercero, para eliminar el problema se suele recurrir a airear los vinos, lo que consiste en verter el vino en un decantador para airearlo y, por otro lado, eliminar partículas sólidas (sedimentos). La aireación consiste en volver a oxigenar el vino.

Tiempo atrás se destapaba la botella de vino un momento antes de beberlo, pero no puede pensarse que la salida de los malos olores y la entrada de oxígeno pueda lograrse a través del cuello de la botella. Estudios serios han demostrado que esa aireación es mínima y muy lenta.

Por ello la aireación en el decantador es la forma adecuada. Debe volcarse el vino suavemente tratando que se deslice por las paredes del decanter para aumentar el contacto con el aire. Luego, resulta útil un breve tiempo de reposo, aunque para ayudar a la aireación pueden hacerse girar el vino, suavemente, en el recipiente. No existe norma que diga cuánto tiempo llevarán estas operaciones, sólo habrá que ir probando el vino para apreciar el momento oportuno. El exceso de tiempo no mejora y suele complicar la degustación (sea por perder la temperatura ideal, sea por exceso de aireación).

Cuarto, en caso de no contarse con un decantador, se puede recurrir a una jarra, que si bien producirá una aireación un poco más brusca y menos efectiva suele servir en muchos casos.

Quinto, de no contar con dichos adminículos, o por la dificultad que ello puede representar, queda como alternativa la aireación en la copa, donde es aconsejable un leve y suave movimiento giratorio para que el vino se “mueva” y, de esa manera, desprenda sus malos aromas y retome algo de oxígeno. 

 

 

NOVEDADES

 

  Magnífica oportunidad de probar buenos vinos y, luego,

cenar en un excelente restaurante de Puerto Madero,

con vista a los Docks reflejados en el agua de los diques. 

  

 

  

Por segundo año Rosell Boher Lodge obtuvo una Medalla de Oro en los premios Best Of de las Great Wine Capitals. El anterior fue en la categoría Alojamiento y este año en Arquitectura & Paisajismo.
Los Best Of son un reconocimiento a las mejores prácticas relacionadas con el turismo del vino y la premiación tiene lugar anualmente en cada una de las ciudades miembro de la red global de las Grandes Capitales del Vino, de la cual Mendoza es parte desde 2005.
Los ganadores del oro de cada Great Wine Capital participarán en los Best Of Internacionales, que se entregarán en noviembre en la Ciudad de Adelaida, Australia.

Rosell Boher Lodge se encuentra en Alto Agrelo, una de las mejores zonas productivas de Mendoza, rodeado de unas 40 hectáreas de viñedos propios. Cuenta hoy con un Guest-house de 4 habitaciones, 3 Casas de Viñas con su propio hogar, jacuzzi y fogón individual en cada terraza; y 7 más en construcción (a poco de concluirse). Tiene una cava subterránea con capacidad para más de 25.000 botellas, única en emprendimientos de estas características. Con un plan de inversiones constantes, ha iniciado la construcción de su SPA, que tendrá, a orillas de la laguna, unos 400m2 cubiertos y piscina climatizada. 

 

  

Marcelo Pelleriti, el destacado enólogo mendocino, del que les hablé varias veces, ha impulsado el proyecto denominado “Alafuerte, amor a la libertad” que tiene el objetivo de promover la integración social de las personas privadas de libertad mediante la generación de oficios y promoción de actividades laborales en contextos de encierro.

Por ello, Marcelo Pelleriti propuso desarrollar una “finca escuela” en el Complejo Penitenciario Almafuerte (inaugurado en 2007), en Luján de Cuyo, con el fin de fomentar la adquisición de hábitos de trabajos específicos de la viña y elaboración de vino, para aquellas personas que se encuentren allí alojadas. El plan contempla que se otorguen certificados de formación para los presidarios. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Luján de Cuyo, del Gobierno Provincial y del Ministerio de Seguridad de Mendoza (Fuente www.areadelvino.com 15.09.18) 

Una de las dificultades de quien termina su condena, es la reinserción social y laboral; por eso este proyecto debe ser fuertemente aplaudido, ya que brindará un oficio -muy útil en esa provincia- a quienes busquen esa difícil reinserción. 

 

  

Copa Davis: Ganaron con lo justo pero ganaron. 

Los Pumas: ganaron con lo justo (y el susto final), pero ganaron. 

 

CORREO DE LECTORES

  

 

 El mismo joven lector de la semana pasada exclamó:

Irina: ¡¡¡ WOW !!!

Y si … Wow

   

Un  amigo restauranteur me dijo:

Me gustó mucho más el segundo depredador …

Y si … 

 

Un joven lector, exclamó:

¡¡¡ Muy buena la depredadora !!!

Terrible.

  

Un Winemaker me preguntó:

Querido Alejo, realmente sos vos con ese tiburón blanco ?

No. He visto y tocado tiburones, pero nunca un blanco.

 Después agregó:

A mi también me gusto más el OTRO depredador, pero ese estaba claro que no eras vos JAJAJAJA

No claro … no tengo esas dotes. 

 

Un habitual visitante de esta sección apuntó:

Por el tiburón no me dejo comer. Por la leona ...

Y claro la gustaría caer en sus garras …

 

A su vez, como tenista expresó:

Coincido con tu comentario (“a pesar de Serena Williams”), que no es la primera vez que pierde la serenidad (en otro USOpen), cuando la vapulean como en esta final. También llamo la atención cómo Naomí, con tan solo 20 años no perdió la concentración y pudo definir el partido, pese al comportamiento reprochable se Serena. Merecida campeona.

Yo creo que con su experiencia Serena no perdió la “serenidad” … pienso que lo hizo a propósito para ver si lograba desestabilizar a la jovencita. Reprochable por extremadamente antideportivo, justamente lo que decía que ella no hacía …

 

 

Un viejo amigo apuntó:

Un aplauso para Naomi, por haber derrotado, cómoda, al gorila, que encima, insultó al umpire, ocultando luego, su (habitual) mala leche en supuesta "defensa de los derechos femeninos" …

Y … estaba nerviosa porque la jovencita la estaba aplastando y trató de enfriarle el partido, algo logró, pero no le alcanzó. Bien por Naomí, merecida campeona. Después se hizo la buena con la pequeña … en fin … La Hermana es otra cosa

Lástima Delpo …

  

La semana próxima estaré nuevamente con Uds.

Mientras tanto les deseo que tomen buenos vinos

  

 

ALEJO

 

“El Añejo”