La Columna del Vino
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AÑO XXII – NUMERO 42

 05/11/2022  

Queridos Wine Lovers 

 

 

  

 

VINO Y MUSICA

 

Combinación “exquisita”

 

 

 

 

 

  


VINOS

 

 

 

La cena del día de mi cumpleaños fue en casa, debido a que un catarro me incomodaba salir. Fueron rodajas de patas de cordero bien aderezadas, y las acompañé con un BIANCHI IV GENERACION SINGLE BLOCK, GRAN MALBEC, COSECHA 2018, que elabora la casi centenaria bodega homónima, con uvas (2,5 plantas por botella), de Los Chacayes, Valle de Uco y doce meses de crianza en barricas de roble 50 % de primer uso y 50 % de segundo uso.
Tiene una presentación elegante, con detalles de su producción, y en una botella importante. En la copa luce con un intenso color rojo violáceo y con buenas piernas. En nariz despliega aromas a frutas rojas entre las que se destacan la ciruela, la mora y la grosella, con toques de violetas, dejos de especias y notas de vainilla y chocolate producto de su paso por madera. En boca tiene una entrada fresca, amable y suavemente dulzona (propio de la cepa), para luego mostrar su buen cuerpo (14,5º) y estructura envolvente y untuosa, con taninos redondos que lo hacen muy agradable, para dejar paso a un final largo y deleitoso. En definitiva, un vino soberbio que ha sido calificado con 94 puntos por James Suckling y 95 por Descorchados, lo que confirma mi calificación y justifica su costo (Aprox. $ 10.000). 

 

 


Un vino de los que nunca fallan es el Fond de Cave Reserva, en este caso un Malbec Cosecha 2021.
En efecto, fuimos a cenar con mi hija y una amiga de la familia, justo el día (de la semana) de su cumpleaños y pedimos uno de vinos, pero las tres damas tomaron poco, por lo que la segunda botella quedó casi completa y las tres decidieron que había que llevarse (cosa que nunca hago), pero …
Lo concreto es que quedó con tres cuartos del contenido, tapada con el corcho original unos cinco días y al decidir tomarlo lo refresqué un poco y estaba espléndido.
Este vino emblemático, que nació hace unos cincuenta años como uno de los Cabernet Sauvignon más prestigiosos de la industria vitivinícola de ese entonces. Con el tiempo se dividió en tres líneas, con varias etiquetas cada una: Fond de Cave, Fond de Cave Reserva y Fond de Cave Gran Reserva.

Este producto, ya fermentado pasa catorce meses en barricas de roble francés, tiene una etiqueta clásica de la marca, que conserva el estilo oblicuo de los originales. En la copa muestra un color rojo púrpura intenso y propone aromas a frutas rojas y negras como en mermelada, dejos ahumados y notas de vainilla y chocolate. En boca tiene una entrada amable y luego corre con buen cuerpo (14,4º), taninos suaves y redondos que lo hacen agradable y sabroso con un final persistente y placentero. Excelente (Aprox. $ 1000/1400). 

 

 

Esta semana probé el Contracara Reserva Blend, Cosecha 2020, elaborado por Beodegas Callia, sita en el Valle de Tulum, departamento de Caucete, provincia de San Juan, donde las viñas reciben sol permanente, viento suave y seco y abundante agua que baja de las montañas. Pertenece a Salentein Family of Wines, de capitales holandeses, que cuenta también con otras dos bodegas: Pyros Wines, en San Juan, y Bodegas Salentein, en el Valle de Uco, Mendoza. Produce sus vinos hace más de 20 años y, además, de sus propis viñedos se abastece de uvas de diferentes valles de San Juan, como del Valle de Pedernal, del Valle del Zonda y del Valle de Calingasta. Como lo he repetido, últimamente han tenido un sensible Up Grade de calidad. Se trata de un corte con 60 % Malbec y 40 % Cabernet Sauvignon, que tiene una etiqueta llamativa y exhibe un color rojo violáceo intenso y oscuro. En nariz ofrece aromas a frutos rojos propios del malbec con notas especiadas provenientes del cabernet. Además de algunas notas herbáceas y dejos de los aportes de madera (francesa y americana). En boca es amable, tiene un cuerpo entre medio y pleno (13,8º), taninos redondos, que van dejando una sensación de buena textura y una acidez justa (pH 3.65), que lo hacen muy agradable (Aprox. $ 1000/1200). 

 

 

En el reciente festejo de cumpleaños de mi hija optamos por el Perro Callejero, Blend de Malbec, Cosecha   de la bodega Mosquita Muerta Wines (de la Familia Millán).
Como lo he comentado hace poco no voy a repetir sus características, pero si realzar su calidad dentro de un precio accesible de $ 850/900 (en supermercado oriental), y también es apropiado para elegirlo en un restaurante, porque generalmente se encuentra a un precio relativamente módico comparado con otros vinos de similar calidad.  

 

 


AGRADECIMIENTO

  

 

  

 

Agradezco los saludos recibidos con motivo de mi cumpleaños …

 

Y no olviden que  →

 

 

 

  


VERMOUTH

 

Como dije en mi libro VINO y OTRAS BEBIDAS (Ed. Nuevo Hacer, Bs. As. 2014), esta bebida, también llamada vermú (en castellano), o wermut en alemán (que quiere decir ‘ajenjo’), fue creada o inventada por los italianos Alessandro Martini y Luigi Rossi, pero se ha difundido en todo el mundo, como un aperitivo o como base de aperitivos combinados (cócteles).
También se dice que los hermanos Giovanni y Carlo Stefano Cinzano, al inaugurar su tienda de vinos y licores en Turín ofrecieron al público su vermú, preparado de la misma forma.
Está compuesta por vino blanco o tinto, de ahí su color rojo o blanco, ajenjo y otras sustancias amargas y tónicas. La presencia del ajenjo en su composición le da una impronta característica tanto en aroma como en su sabor amargo y una elegancia especial que lo hacen un ingrediente ideal para cócteles.
Existe una variante algo más dulce y otra algo más seca de ambas marcas de vermouth; así es común ver etiquetas que dicen “Martini Seco” o “Dry Martini” en el blanco y en otros casos Vermouth francés, en el rojo, un poco más seco que el Vermouth Torino.
Como dije, en ese trabajo, uno de los cócteles más famosos del mundo lo cuenta entre sus ingredientes, es el Martini que combina un toque de vermouth blanco seco con gin. 

Recientemente en la Revista de La Nación, una nota de la destacada Sommelier Fernanda Orellano, decía -entre otras cosas- más o menos lo siguiente: 

El vermú es un vino fortificado, con el agregado de botánicos variados (semillas, flores, especias, raíces, etc.), al que además se añaden azúcares para equilibrar su característico sabor amargo, y caramelo para matizar el color.
La práctica de beber este aperitivo evolucionó a lo largo de los años, iniciándose en los cafés de Turín, posicionándose desde principios del Siglo XX, como el clásico aperitivo, previo al almuerzo.
En 1786, Antonio Benedetto Carpano, que trabajaba en una licorería en Turín, realizó su mezcla y la bautizó vermut: el tipo Torino o tipo italiano o rosso, con un sabor dolce amargo, equilibrado y exquisito. El tono rosso se debe a la mayor proporción de caramelo, que compensa el sabor amargo. Hacia el 1813 apareció una casa francesa, la reconocida Noilly Prat, en Marsella. Nacía otro estilo: el tipo francés o vermú seco o con muy poca azúcar (dry o extra dry), con un perfil cítrico, anisado, fresco y siempre balanceado.
Actualmente, varias bodegas han incursionado en la producción de vermouth:
Sebastián Zuccardi, junto a sus socios Julián Díaz, Agustín Camps y Martín Auzmendi hacen tres estilos de vermut anclados en el vino y en las hierbas de la montaña mendocina (uno rojo de malbec, uno blanco de torrontés y un rosé), recientemente una versión en más disruptiva en lata, y el último lanzamiento Sideral.
Léonce de Familia Lurton, es el resultado del savoir faire de la tradición francesa, con uvas malbec de Los Chacayes en Valle de Uco y fortificado con una destilación de vino de pinot gris.
Los hermanos Pablo y Héctor Durigutti, desde Las Compuertas, proponen dos vermús, Los Guardines del Cerro: uno blanco tipo italiano de uva pedro ximenez, y otro rosado tipo francés.
Matías Ricitelli, otro winemaker, lanzó su Vermut de Monte; otro es La Mala María y los Brujos Botánicos, de uva criolla de Lujan de Cuyo.
Los estilos europeos, siguen vigentes, el tipo italiano y el tipo francés, han sido el big bang de la categoría, con una base de vino casi neutro y un fuerte anclaje en la alquimia de los botánicos, mezcla única, equilibrada y compleja a la vez. Las plantas son la quintaesencia del vermú. 

Por mi parte agrego: 

1.   Hay un impreciso origen de esta bebida mundialmente apreciada.

2.   Algunos dicen que el inventor del Vermouth fue Hipócrates (460 a 370 a.c.), quien buscando medicinas curativas, puso a macerar en vino flores de ajenjo y hojas de díctamo para obtener lo que se llamó el vino hipocrático. Las flores de ajenjo (Artemisia Absinthium), son utilizadas terapéuticamente para mejorar la digestión, ayudar con la inapetencia y, además, es muy utilizado como desparasitario. Su sabor era ligeramente amargo.

3.   Otros apuntan que un italiano, de apellido Benedetto, a finales del siglo XVIII, creó una bebida basada en el vino hipocrático, añadiendo más aromas de flores, especias y coñac.

4.   Por otro lado, señalo que a mediados del siglo pasado era muy habitual, en todos los estratos sociales, tomar un vermouth como aperitivo (a veces Hesperidina o Pineral), por lo general con soda y hielo y -casi siempre- con una picada. La Rambla de Mar del Plata, frente al Casino y al Provincial era un lugar de culto, por el vermouth y los “platitos” de la picada que incluían productos de mar. Lo he disfrutado con mis padres, en los ’60. 

Con el tiempo (en los ’70), pasó a tomarse como “la previa” en vaso de trago largo con hielo, luego el Martini o el Gin Tonic lo fueron desplazando, pero actualmente hay un resurgimiento de esta bebida sabrosa, distinta y muy bebible. 

 

 


LA DISTINCION DE LOS AROMAS

 

Jancis Mary Robinson es una crítica inglesa de vino, Master of Wine, periodista y editora de diversos libros relacionados con el vino. En la actualidad escribe una columna semanal en el Financial Times, y mantiene los contenidos de su página web jancisrobinson.com
Con su vasta experiencia y conocimiento ha dicho: 

A lo largo de los 40 años de mi carrera como experta en vinos, siempre he acostumbrado mencionar 4 aromas distintivos en un vino. Actualmente me he encontrado con notas de cata donde se mencionan más de 10, lo que me lleva a recordar al Profesor David Laig, un científico australiano que en 1989 demostró que los seres humanos tienen dificultad en encontrar más de 4 aromas en un líquido, y en 1996 hizo un ejercicio similar con expertos catadores, quienes aunque lo hicieron mejor que los aficionados no lograron identificar los aromas en distintas mezclas cuando eran 4.
Si alguno de mis colegas es capaz de identificar: sandía, anís estrella, semilla de hinojo, té verde, gardenia, sándalo, mandarina, pétalos de rosa, y tomillo fresco en un sólo vino, me quito el sombrero.
Pero tengo la sensación de que en este campo, donde todos queremos ser escuchados, un número creciente de opiniones son escritas para impresionar, más que para ayudar al consumidor a tomar decisiones de compra. " 

Michael Broadbent MW, Author at Decanter

 

Michael Broadbent (†), fue arquitecto, pero en 1952, a sus veinticinco años, entró en el comercio del. En 1960 logró el título de Master of Wine. Fue director senior del departamento de vinos de Christie's, y se destacó como comunicador del vino.
También con larga experiencia criticaba (falleció en 2020), esa excesiva cantidad de detalles de aromas que lucían en los comentarios relativamente recientes de los vinos. Llegó incluso a comparar una descripción suya de un vino que no pasaba de cuatro renglones con una del mismo vino (de otra añada), de Robert M. Parker, de una carilla. 

 

 

En nuestro medio, el inefable Gato Dumas, quien entre otras cosas le “enseñó” a Fred Chandón a tomar Champagne “on de rocks” (en Buzios y con el calor propio del lugar), dijo alguna vez que los enólogos, sommeliers y winewriters, encuentran diez o quince aromas distintos en un vino … y agregó … ¡ Andaaaaaaaa ! 

Coincido con estas opiniones, ello sin perjuicio de que el vino puede impactar -además- en otros sentidos, como los sabores, las sensaciones táctiles, la vista (el color), y hay quienes hablan del “sonido” aludiendo al que se siente cuando es servido.        

 

 


CORREO DE LECTORES

  

 

Un amigo, muy vinculado al ambiente, me señaló que en el número anterior había consignado mal la añada del Callia Chardonay, Cosecha 2001 …
En efecto, salvo el error, ya que correspondía: Callia Chardonay, Cosecha 2001.  

 

Un amigo restauranteur, me dijo:
Que tal querido: a Efrem Zimbalist Jr. lo veía todas las semanas en la serie, te acordás ? Habia un personaje al que le gustaban las carreras de caballos Roscoe (creo que se llamaba) a mi viejo (gran burrero) le encantaba. En cuanto a la copa de la foto está en el lugar equivocado.
Si, además del “FBI en Acción” trabajó en 77 Sunset Street, con Roger Smith, ellos eran investigadores privados, Roscoe era un “informante” y Kookie un joven que estacionaba los autos y a veces los ayudaba. 

  

Un joven lector opinó.
A mi encantó la copa, es agua, se la tomará de un sorbo y…
Bué

 

También me dijeron:
Si me sirven el vino o el agua así … me dan más ganas de tomarlo.
Y claro…

  

Un amigo de muchos años apuntó:
Sabés que me encantan esos Pequeñas Producciones de Escorihuela. Son distintos a sus otras líneas. Excelentes.
Cierto.  

 

ALEJO

 “El Añejo”