La Columna del Vino
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ÑO XXII – NUMERO 47

 18/12/2022  

Queridos Wine Lovers 

 

 

 

 

¡¡¡ UHHHHH !!!

 

Esta es la última Columna de año

 

 

 

 

  

 

VINOS

 

 

 

En el cumpleaños de una amiga, sirvieron varias botellas del Fabre Montemayou, Gran Reserva, Cosecha 2019, que elabora la bodega del mismo nombre, sita en Vistalba, Luján de Cuyo, que pude visitar hace unos años.

Se hace con uvas de viñedos de cincuenta años por lo que obtienen un bajo rendimiento (35 Hl/Ha). Pasa por una maceración en frío de cinco días y después de la fermentación se lo somete una maceración posfermentativa, de manera que gana color, aromas y complejidad en general, para luego reposar en barricas de roble francés durante doce meses.

Su presentación es sobria y elegante y se luce en la copa con un color rojo con tonos violáceos. Brinda aromas a frutos rojos como ciruelas, moras y cerezas, y ciertas notas de violetas, además de algunos dejos de vainilla y chocolate aportados por la madera. En boca tiene un ataque suavemente dulzón, propio de la cepa, y luego corre con buen cuerpo, redondo, amable, con taninos elegantes, delicados y sedosos, para llegar a un recuerdo largo y muy sabroso. Excelente (Aprox. $ 3000). 

 

 

 

Con un par de truchas “al fierrito” que preparé, como siempre, abiertas y con un fierro grueso en el medio y dos más finos al lado del anterior (para que la grasa corra hacia la asadera). Abrí un Montchenot “10 años” Cosecha 2012. Lo elegí no sólo por su reconocida y tradicional calidad sino porque fue el único día fresco de la semana, por lo que me pareció interesante acompañar las truchas -siempre algo untuosas- con un tinto suave y delicado, del que poco puede decirse que no se haya dicho.
Como siempre recuerdo que Bodegas López fue fundada en 1886, por José Gregorio López Rivas, cuya tarea fue continuada por su hijo José Federico López, luego sus nietos, quienes en 1966 lanzaron este clásico llamado Chateau Montchenot (llegué a tomarlo con ese nombre), hoy Montchenot. Actualmente la empresa es conducida por Carlos y Eduardo López Laurenz, bisnietos del fundador, que le han dado (desde su incorporación en 1980), un cierto aggiornamento al famoso “Estilo López” y, en lo que respecta a éste clásico, han desarrollado el Montchenot 100 años, Cosecha 1975, Montchenot Gran Reserva 115 años, los Montchenot Gran Reserva 15 y 20 años, el Montchenot Joven (con sólo un año de crianza) y el Monchenot 5 años. Todos muy agradables y con la particularidad de permitir elegir al consumidor las variantes que más le gusten.
En el caso, podría decirse que se trata del clásico entre los clásicos, que es (como todos), un corte con predominio de Cabernet Sauvignon, acompañado de Merlot y Malbec. Cada varietal se elabora por separado y luego de un añejamiento de tres años en toneles de roble, se hace el corte y se lo reserva en tanques de acero inoxidable hasta completar una evolución total de diez años. Su presentación es más que clásica, más allá de cierto restyling. Se muestra en la copa con un color rojo rubí oscuro y propone aromas a frutas rojas y negras, algo de pimienta negra y cuero. En boca es amable, con un cuerpo medio como la mayoría de los vinos del Estilo López y corre con una ligera frescura, a pesar de su larga evolución, que le permite llegar a un final grato y persistente (Aprox. $ 2000/3000).

 

 

En estos días de calor, recurría a varios blancos y uno de ellos fue el Andeluna Semillón, Cosecha 2020, de la bodega homónima, que tuve el gusto de visitar hace más de diez años y que se encuentra Tupungato, Valle de Uco.
Es una Edición Limitada, que se destaca por su presentación llamativa, en una elegante en una botella Cartier, de hombros rectos y transparente, que permite apreciar el color del vino que es amarillo pálido y suaves tonos verdosos. En nariz ofrece aromas a cítricos, pimientos verdes además de algunas notas herbáceas, con un cierta una complejidad olfativa. En boca tiene una entrada fresca debido a su buena acidez (pH 3.1), es seco (1,8 g/l), tiene un cuerpo medio (13°), es redondo y –como una particularidad de la cepa- en su final deja un toque ligeramente untuoso. Es muy bueno; me hubiera encantado con un toque de madera (Aprox. $ 1100/1300).  

 

 

 

VIÑA LAS PERDICES

  

En nuestro cuarto día en Mendoza tuvimos la oportunidad de visitar VIÑA LAS PERDICES, una bodega que, por sus excelentes productos y sus innovaciones, quería conocer. Es oportuno destacar que Juan Carlos Muñoz y Nicolás Muñoz, fundaron Viña Las Perdices en el 2004, con la idea de hacer vinos de calidad y con la mirada en la innovación. Actualmente tiene una capacidad de más 1,2 MM de litros en más de 50 tanques de acero inoxidable y 6000 barricas de roble francés. 

Cabe destacar que cuando Don Juan Muñoz López llegó a la zona se asombró de la cantidad de perdices que andaban por los alrededores. Siempre en grupos de tres. Las que se mantuvieron a lo largo de los años. De ahí el nombre y el logo tan famoso

Así fue que nos atendió Vanina Manini y nos hizo ver el paisaje desde la terraza de la recepción, con una copa de excelente Geguztraminer, cepa poco común pero que da excelentes blancos.  

 

 

Luego nos llevó a recorrer la bodega y en una caminata por los vericuetos de la bodega, probamos tres o cuatro vinos de los tanques. 

 

 

 

 

Ya de vuelta en la recepción, nos ofrecieron un aceite de oliva extra virgen llamado Cortijo, que resultó increíblemente gustoso y que saboreamos con el pan que nos ofrecieron con la picada. 
Después pasamos a los vinos y probamos un Exploración Sauvignon Blanc de origen chileno, del Valle de Casablanca que resultó esplendido, destacándose por su color amarillo con fuertes tonos verdosos, aromas herbáceos en los que sobresales la ruda y la salvia, además de notas de espárragos. Buena acidez y frescura en boca.  

 


Siguió el Viña Las Perdices Riesling, que siempre me encantó y que luce en una botella apropiada para el varietal. Deben probar esta cepa, más aún de esta bodega.
 
Si bien ya he probado varios vinos de la línea Ala Colorada, como nunc a lo había hecho con el Tannat, pudimos disfrutarlo, llegando a la conclusión de que lograron un excelente producto vinícola, amable y agradable, pese a tratarse de una cepa con importante carácter.  

 

Para cerrar la visita nos deleitaron con el Juan Manuel que lleva su nombre en honor a Don Juan Muñoz López, iniciador de la actividad vitivinícola de la familia Muñoz.
Es uno de sus tres vinos top, junto con el Tinamú, que es un corte de Malbec 60% / Cab Franc 25%, Petit Verdot 10%, Tannat 5% y el Alae, que es 100 % Malbec.
Se hace con uvas de viñedos propios con un bajo rendimiento 80 (qq/Ha), con una combinación Malbec 70%, Syrah 11% ,Bonarda 10%, Merlot 9%, y después de la fermentación pasa dieciocho meses en barricas de roble nuevas (50% Francés y 50% Americano).
Además de su presentación sobria y elegante, mantiene en su etiqueta la imagen de las perdices y se muestra en la copa con un color rojo profundo, con tonos violáceos. En nariz propone aromas a frutas rojas, violetas, pimienta y notas de especias, tabaco y vainilla. En boca, tiene un ataque amable y luego corre con buen cuerpo y estructura, con taninos presentes pero redondos y con un perfecto equilibrio entre la madera, la fruta, el alcohol y la acidez. Un vino soberbio.

Y nos fuimos muy agradecidos y contentos de haber visitado la bodega de la que tantos buenos vinos probamos a través de más e una década.  

 

 

NEWS

  

 

¡¡¡ Y LLEGARON LAS MEJORES CEREZAS DEL MUNDO !!! 

  

En efecto, como todos los años Bodega Schroeder hace llegar al periodismo enológico, sus espléndidas cerezas, en este caso acompañadas por un Deseado, su conocido y emblemático espumoso de Torrontés, ligeramente dulce, que tiene un color amarillo con tonos verdosos y muy burbujas finas. Notas de flores blancas, algo de cítricos y dejos de uvas pasas. En boca es dulce, pero no empalaga por su buena acidez y es refrescante y muy agradable. 

De las cerezas es poco lo que se puede decir: claramente deliciosas, un deleite para el paladar. 

 

 

 

 

Bodega Cruzat, es la única bodega argentina especializada en la elaboración de espumantes bajo el método tradicional, que tuve oportunidad de visitar invitado por Don Pedro Rosell a quien algunos llaman “Señor Champagne” (como la canción -y propaganda- de Charles Aznavour), apodo más que merecido.
Me informan que acaba de lanzar al mercado el Cruzat ICE: un espumoso con dulzura y acidez, elaborado bajo el método Champenoise con uvas de los viñedos propios sitos en Perdriel, Luján de Cuyo. Es un corte 60% Pinot Noir y 40% Chardonnay, del que dicen que es muy versátil, pensado para todas las ocasiones de consumo, señalando que se puede disfrutar solo, con hielo o en un cóctel.
Con doce meses de contacto sobre lías, es uno de los pocos espumosos dulces en el mercado argentino elaborado bajo el método tradicional y es el primero de la bodega en la categoría ICE: espumosos creados especialmente para beber con hielo. 

He escuchado al inefable Gato Dumas contar que esa “usanza”, antes muy rara, fue creada por él, cuando trabajaba en Buzios, debido al intenso calor de las playas y se la hizo probar a encumbrados bebedores, entre ellos -dijo- un reticente Fred Chandón que quedó encantado.              

  

 

CORREO DE LECTORES

  

Un Viejo amigo me dijo: 184f3b4b8c9766d7325
Te diré que no es desdeñable pero, para mi gusto, a la señorita del comienzo le hacen falta un par de talles en las caderas.
Pretencioso. 

 

Un joven lector me preguntó:
Alejo: pasame el dato del vino que le serviste a ver si yo tengo el mismo resultado ….
Es mi secreto. 

 

Otro lector opinó:
Qué buen vino habrá sido …
El vino y el que lo sirvió.
 

Los comentarios aquí vertidos, o los anteriores, pueden volver a leerse en www.columnadelvino.com.ar  haciendo click en el buscador

  

La semana que viene estaré con Uds. por lo que les deseo

 

MUY FELIZ NAVIDAD Y UN EXCELENTE AÑO NUEVO

 

ALEJO

 “El Añejo”