La Columna del Vino
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AÑO XXII – NUMERO 27

 

Queridos Wine Lovers: 


 

 


La crème de la crème …
 

¡¡¡ Y qué mal toman las copas !!!

 

 

  

 

VINOS

  

Hacía tiempo que no tomaba un D.V. Catena Cabernet - Malbec, Cosecha 2019, de la Bodega Catena Zapata, que se elabora -el cabernet sauvignon- con uvas del viñedo La Pirámide, sito en Agrelo y -el malbec- con uvas del viñedo Angélica, ubicado en Lulunta.
Tiene una presentación ya clásica de la línea, sobria y elegante, y se muestra en la copa con un color rojo intenso con tonos violáceos. En nariz ofrece aromas frutas rojas y negras y notas especiadas (del cabernet), y frutas rojas maduras del Malbec, además de notas de vainilla y tabaco producto de su crianza durante dieciséis meses barricas de roble francés (en su mayor parte), 30 % nuevas, y el resto en roble americano. En boca tiene una entrada amable y ligeramente dulzona, aportada por el malbec, y luego corre con cuerpo medio (13,6º), taninos redondos y suaves, con una acidez moderada que lo hacen muy agradable (pH 3.72), hasta su final sabroso y persistente. Excelente (Aprox $ 1.500/1600).  

 

 

Esta semana tomé otra vez, después de casi un año, el Melodía Cabernet Franc Cosecha 2019 que elabora Jorge Benites de quién les ha hablado varias veces y que, en resumen, cuento que explota, junto a su familia, su creación llamada Melodía Wines que incursiona con muy buena calidad en vinos tranquilos y espumosos.
Se trata de un vino con una elegante presentación llamativa que se exhibe con un color rojo rubí intenso y oscuro, y con buenas lágrimas. En nariz propone aromas a frutas rojas y negras, notas de pimiento rojo, especias, y pimienta negra, con dejos de vainilla y ahumados, debido a su paso por barricas de roble durante ocho meses. En boca tiene un ataque muy amable, luego sigue con buen cuerpo (14,3º) con taninos redondos, dulzones y suaves que lo hacen muy agradable y, especialmente, puede celebrarse su paso por el paladar y gozar de un recuerdo largo y gustoso. El tiempo en botella le ha permitido una magnífica evolución (Aprox. 1100/1300).
(el que probé tiene una nueva etiqueta, pero es el mismo vino). 

 

 

Uno que no falla y que halaga a cualquier tipo de paladares, es el Petit Montchenot, Cosecha 2019, de Bodega López que, como ya les he contado, es una versión moderna de su vino ícono, el clásico Montchenot que se hace desde hace casi 100 años originalmente llamado (hasta la cosecha 1983), Chateau Montchenot.

Ya he señalado, gratamente, que este nuevo producto marca un camino a la renovación o aggiornamento de su portfolio, de la mano de Eduardo y Carlos López Laurenz, sus principales conductores que aún manteniendo su famoso “Estilo López”, lo van actualizando, como es el caso.

Este vino es un corte 50 % Malbec y 50 % Cabernet Sauvignon (co-fermentados), y criado en foudres de roble francés de 4000 litros durante doce meses, que le da mayor presencia de madera (en menos tiempo), aportando sus importantes notas pero dejando cierta sensación de vino joven, con cuerpo (13,8º) y personalidad, pero muy agradable (pH 3.7), y atractivo. Excelente (Aprox. $ 1500/1700). 

 

 

 

Otro que no falla nunca, es muy agradable y de precio acomodado (en los orientales), es el Alta Vista, Malbec, del que he probado varias cosechas sucesivas y siempre tiene esa prestancia que lo hace interesante.
Hace poco tomé su Cosecha 2020, que pasa por una maceración prefermentativa en frío, luego de la fermentación tres semanas de maceración y después una crianza de doce meses en barricas de roble francés. Es robusto -no en extremo- y carga con 14º de alcohol, las notas típicas de la cepa y dejos de vainilla. (Aprox. $ 600/700).  

 

 

Algunos números atrás les he comentado sobre algunos vinos de la Bodega Staphyle, de la familia Porreta.
En estos días con un pastel de brótola, probé el Staphyle Chardonnay, Cosecha 2020.
Merece destacarse que todos los vivos de esta firma, una vez concluida la fermentación, reposan en barricas de roble francés.
Este vino tiene una presentación similar a los tintos, elegante y llamativa y se luce en la copa con un color amarillo medianamente intenso con tonos verdosos. Despliega aromas de frutas tropicales, entre las que se destacan la banana, el ananá y el durazno blanco, además de un toque de flores blancas y un ligero dejo de vainilla. En boca tiene una entrada amable y luego corre con cuerpo medio (13,3º), suavemente untuoso, lo que lo hace agradable y deja un recuerdo sabroso e interesante. Muy, pero muy bueno (Aprox. $ 600/700 en supermercados orientales).
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.  +54 (0261) 496 1476. 

 

 

 

PALILLOS CHINOS

  

Los “palitos chinos” son un par de pequeños palos rectos de similar longitud, ligeramente aguzados en uno de sus extremos.
Se dice que fueron inventados por Yu el Grande, un gobernante de China, hace 5000 años, en un día que rompió dos ramitas de un árbol para sacar carne caliente de la caldera, sin quemarse. Los estudiosos creen que los palillos existen desde hace 9000 años y subsistieron porque se trataba de una cultura única, cerrada al mundo exterior.
Poco a poco se fueron haciendo populares y desde China se extendió su uso a Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, Vietnam, Laos, Camboya y Tailandia, y en todos esos países se fabrican (con pequeñas diferencias de largo), de madera, bambú, metal, hueso, marfil y actualmente también de plástico. La fuerte tradición de esos países milenarios hizo que siga siendo popular en el siglo XXI, ya que un tercio de la humanidad come con palillos, sin contar a los amantes de la comida oriental de todo el mundo, donde también se han inventado adminículos para mantenerlos unidos y facilitar la presión de los alimentos, como también los “apoyadores de palillos” que reemplazan a los “apoya cubiertos”.
Aparentemente su nombre original era hanzi zhù, pero más cerca en el tiempo se lo conocía como Kuài Zi, que se puede traducir aproximadamente como “ligero o pequeño bambú; y más comúnmente, en Japón, se los denomina hashi, o hashioki, y también ohashi. 

        

 

NEWS

 

Presentada por ICBC, el jueves 18 y viernes 19 de agosto llega “Alta Gama Buenos Aires” 6a edición, el evento que reúne a los mejores vinos de la Argentina en un solo lugar: el majestuoso  Palacio San Miguel (Suipacha 84, CABA): Allí, los amantes de los vinos y las bebidas Premium podrán descubrir y disfrutar más de 300 vinos de lujo, de bodegas tales como Bodega del Desierto, Bodegas López, Cava Gentile, Claroscuro, Chandon, El Esteco, Etchart Cafayate, Fabre Montmayou, Familia Cecchin, Familia Falasco, Finca Bandini, Finca Flichman, Finca Las Moras, Goyenechea, Jorge Rubio, Los Helechos, Nina Wines, Pascual Toso, Piatelli, Piedra Negra, Rutini, Trapiche, Trivento y Viñas en Flor, entre otras, además del Gin Sorgin (Francia), y Léonce Vermouth. 

 

Habrá chocolates de Cocoa Bit, los aceites de oliva de Viridian, los Snacks de La Cumbre, la charcuterie de Paladini y L´Abratto.
Todas las degustaciones se encuentran incluidas en la entrada. Ambas jornadas tendrán Masterclasses, charlas y degustaciones privadas, con la presencia de importantes personalidades del mundo del vino, cuentos como enólogos, bodegueros y líderes de opinión.
Las entradas anticipadas con descuento ya se pueden adquirir ingresando a www.expoaltagama.com a $ 4000 por jornada, incluyendo un moderno copón de regalo. En puerta se venderán desde $ 4500.
Los clientes de ICBC que abonen su entrada con las tarjetas del banco poseen un 20 % de descuento en la compra de entradas. El horario del evento será de 18 a 23hs en ambas jornadas.

Más info en: Web Oficial: www.expoaltagama.com

Instagram: @AltaGamaBA

Facebook:  @AltaGamaBA 

 

 

 

 

 

La destaca enóloga argentina (quizás la primera), Susana Balbo, fue distinguida con el International Wine Challenge (IWC) Lifetime Achievement Award, un premio que reconoce a aquellas personas que, a lo largo de sus carreras, se han destacado en la industria vitivinícola mundial.

Recibió el premio de manos del el prestigioso crítico británico y Master of Wine, Tim Atkin.                   

 

 

CORREO DE LECTORES

 

 

Un estimado colega, también amante del vino, me mandó un WattsApp, bajo el título “mal el artículo”, referido al consumo de vino que decía más o menos lo siguiente:

“La mayoría de los interrogados, cuando piensan en qué país se consume más vino visualizan … EEUU … Francia, Italia o España. No obstante …Cuando se emplea el indicador de … vino per cápita el campeón es Portugal … 52 litros por persona por año … si además incluimos, paraísos fiscales o micro-estados … El Vaticano se lleva la palma con 74 litros por persona por año.”

Entonces agregó:

Mal el artículo que no tuvo en cuenta la microregión de Almagro en el linde con Caballito. Allí se registra no solo el mayor consumo per cápita del mundo, sino también el de la historia de la humanidad !!!

Ocurrente … pero si tomáramos los 485 corchos contados en casa el año pasado, son 364 litros. El problema es cómo dividirlo, entre mi esposa, mi hija y algunos invitados … aclaro que no hay invitados todos los días, por lo que el cálculo es difícil, pero quizás en casa se supere el número del Vaticano (364 % 3 = 121 litros per cápita por años), aún cuando descontáramos un 20 o 25 % por los invitados, estaríamos más altos que la Santa Sede.
Vean por ejemplo la imagen de hace unos años: ocho comensales con ocho botellas … bueno … también tomaron las esposas.

Un apreciado lector, con el que compartimos cenas y degustaciones me dijo:
Es un placer seguir tus notas semana a semana e ir aprendiendo un poco más cada día sobre vinos, sería un placer reencontrarnos en una próxima cena grupal como antes un abrazo de corazón…
Si, se disfrutaron bastante, en un tiempo no muy lejano las volverá a organizar. 

 

Otro lector señaló:
Muy bueno lo de la señorita que recomienda leer “asiduamente” La Columna del Víno, lástima que no leyó la que indicaste cómo tomar la copa de vino
Cierto, ya le escribí … 

 

Otro apreciado lector, algo mayor que yo, me contó:
Alejo, la mención de la Bodega Giol me recordó un viaje que hice con mis padres a Mendoza, en el que fuimos a dos o tres bodegas y entre ellas GIOL, que era inmensa. Yo era chico así que apenas me dejar probar una copita de vino, pero me impresionó el tamaño y la producción, que ahora no recuerdo, pero era muy grande, tal como decía quienes nos acompañaban.
Yo fui dos veces a Mendoza cuando era chico, una de vacaciones y otra a encontrarnos con mi padre que había ido por trabajo (aproximadamente 1959 y 1960). También fui a Giol, fundada en el año 1887, por Juan Giol y Bautista Gargantini. En aquélla fecha mayoritariamente estatal (provincial). Sus marcas más conocidas fueron “Toro”, “Canciller” y “La Colina”. 

 

Los comentarios aquí vertidos, o los anteriores, pueden volver a leerse en www.columnadelvino.com.ar  haciendo click en el buscador

 

El 17 de julio es San Alejo … no me saluden …

 pero tengan en cuenta que los “Alejos” somos “Santos”
 

ALEJO

 Alejo: “El Añejo”