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Hola queridos Wine Lovers:
En este número una merecida foto para las lectoras
GUIDO PELLA
(joven más que pintón)
Guido Pella es un tenista bahiense de 28 años que debutó en el circuito a los 15 años (2005), en su club Olimpo de Bahía Blanca. Entró al top 100 de la ATP en 2012, pero luego salió de los 200 mejores del ranking y pensó en dejar el tenis. En 2015 recuperó la confianza y lo demostró terminando el año en el 74° del ranking. En 2016 jugó su primera final, la de Río de Janeiro y se instaló por primera vez entre los mejores 50 del mundo. Participó del equipo argentino que ganó la Copa Davis. La semana pasada le dio un punto a nuestro país en el enfrentamiento ante Colombia. Hoy está en el puesto 62° y es el cuarto argentino en dicho ranking.
VINOS
Esta semana me sorprendió un vino: Casillero del Diablo, Reserva Malbec, Cosecha 2017
Es oportuno señalar que este vino es producido por la Bodega Concha y Toro de Chile, una de las más grandes del mundo y que crece constantemente (en 2011 compró una bodega en el Condado Mendocino, California, por U$S 238 millones). En Chile se desarrolla esencialmente en el Valle Central.
Tiene numerosas etiquetas y/o líneas. Siempre recuerdo el Sunrise, que solía tomar en el exterior e, incluso, en algún tiempo lejano, en nuestro país. Pero su marca más conocida es Casillero del Diablo que, a su vez, tiene cuatro líneas: Reserva, Reserva Privada, Reserva Especial y Sparkling.
En el caso, la sorpresa es que se volcaron a nuestra exitosa y emblemática cepa, con un resultado admirable.
Su presentación es clásica de la línea y en la copa se muestra con un color rojo rubí oscuro, pero algo más claro que los nuestros, aunque con tonos de crianza, es decir suavemente atejados. En nariz ofrece aromas a ciruelas, cerezas, moras y frambuesas, todas maduras y como acarameladas, un dejo de especias y toques de vainilla y algo de chocolate, producto de su paso por barricas de roble.
En boca tiene un ataque dulzón y luego corre muy agradable, con taninos aterciopelados y una buena estructura a pesar de no ser muy alcohólico (13.6°). Se destaca por su equilibrio y redondez que lo hacen amable pero con cierta personalidad. Excelente, máxime cuando se lo puede conseguir a muy buen precio (En un supermercado oriental $ 180)
Hablábamos con Matias Precioso, Presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers, sobre el conocimiento del consumidor medio respecto de las cepas de vinos blancos y coincidíamos en que todos conocen el torrontés (segunda cepa emblemática nacional), el chardonnay, (la reina de las cepas blancas), y el sauvignon blanc (Pouilly-Fumé, en Francia o Fumé Blanc, en USA), y señalábamos -con otros partícipes de la charla- que el cuarto en discordia sería el viognier y, creo, que nos olvidamos de considerar al semillón.
No digo que sea, actualmente, más conocido que el viognier, sino que es una cepa que durante muchas décadas fue muy usada y consumida en nuestro país. En los ’60 era común ver a algún parroquiano, comer un sándwich, empanada o porción e pizza, en una estación de ferrocarril, acompañado de un moscato o un semillón ligeramente dulce.
Sin embargo, la uva semillón, además de ser una cepa muy noble, es base de algunos de los vinos más caros del mundo (por ej.: Chateau d’Yqem), y puede llegar a dar vinos excelentes y de alta gama. En nuestro país hay varios.
En esta oportunidad les cuento que probé el Marcelo Pelleriti, Signature, Semillón, Cosecha 2017, que es un varietal puro que se hace con uvas de un antiguo viñedo de Altamira. Tiene la presentación habitual de esta línea y se muestra en la copa con un color amarillo claro y brillante. En nariz propone aromas a flores blancas y frutas del estilo de los duraznos blancos y damascos, además de algún dejo a frutas secas. En boca tiene un ataque amable, luego corre con buen cuerpo (14.5°), envolvente y con una cuota de melosidad que su acidez justa hace que mantenga cierta frescura y vivacidad, dejando la sensación de un vino agradable, delicado, elegante y sabroso, que brinda un recuerdo grato y placentero. Excelente (Aprox. $ 400).
En una salida a un “restaurante” de Cookapp que ofrecía platos brasileros, llevé un Casa Boher Gran Reserva, Cosecha 2014, que como ya les conté es el vino top de la Bodega Rosell Boher.
En esta añada se elaboró con 60 % de Malbec, 30 % de Cabernet Sauvignon y 10 % de Merlot, todas del Valle de Uco, debiendo saber que, al tratarse de una selección de las mejores barricas, cada año puede variar la integración de las cepas, según el criterio del equipo enológico liderado por Alejandro “Pepe” Martinez Rosell.
Cada cepa fue elaborada por separado, se criaron catorce meses en barricas de roble francés y americano de primer y luego se realizó en corte y una estiba de doce meses.
El vino tiene una presentación sobria y elegante (en una botella importante), y se muestra en la copa con un color rojo intenso y oscuro, con muy buenas piernas, ligeramente coloreadas (14.4°). En nariz ofrece aromas a frutas rojas y negras maduras, con algún toque de frutos secos y notas de cuero y vainilla. En boca tiene una entrada amable y luego corre robusto, con buen cuerpo y estructura, taninos intensos aunque redondeados por la crianza, para seguir hacia un recuerdo que no se olvida fácilmente. Tratándose de este vino, de alta gama, del que solo se hicieron 9000 botellas, el precio sugerido es de aproximadamente $ 800/900, en vinotecas.
En estos días de canícula probé el Andeluna Rosé 2018, elaborado en base a uvas Malbec provenientes de viñedos propios ubicados en Gualtallary, Valle de Uco, a más de 1.300 msnm.
Este nuevo rosé está pensado para ser un vino rosado desde su concepción. Se trata de un producto inspirado en los vinos rosados de la Provence (como está de moda en estos tiempos). Sus uvas fueron prensadas apenas llegadas del viñedo, para capturar los delicados aromas y sabores del Malbec y obtener una ligera coloración, por ello tiene un color salmón pálido, con aromas a cerezas, guindas, y notas florales. En boca es suavemente dulzón en el ataque, y luego corre como un “demisec”, con cuerpo medio (13°), muy frutado, con textura delicada y muy fresca de la entrada hasta el recuerdo, en razón de buena acidez (pH 3.3). Un buen vino, suave, delicado, ligeramente dulzón y muy amable.
Desde agosto los vinos de Andeluna son distribuidos por Seryal SRL (en Hoteles, Catering, Bares y Restaurantes), y por NT Consulting (en Vinotecas). Andeluna Rosé - Malbec 2018 tiene un precio sugerido de $ 315 en vinotecas.
Unas semanas atrás, me animé a un Santa Julia Magna, Malbec, Cosecha 2015, agradable por cierto. Es un vino de la Familia Zuccardi que se elabora con uvas el Valle de Uco (100 % varietal).
Tiene una presentación algo apagada, pero en la copa se exhibe con un buen color rojo violáceo, oscuro y con tonos azulados. En nariz propone aromas frutas rojas entre las que sobresalen las ciruelas, cerezas, grosellas y algo de moras, con suaves notas de vainilla, tabaco y chocolate. En boca tiene una entrada amable y luego corre con cuerpo medio (13,5°), buena acidez (5.3 g/l), y taninos redondos y dulzones, por lo que llega muy grato a su final. Un muy buen vino, sin duda (Aprox. $ 300)
NOVEDADES
De la mano del joven y destacado enólogo Santiago Mayorga, Cadus Wines ha lanzado sus Signature Series, que conforman una nueva línea de vinos con dos vinos de partidas limitadas a dos cepas especiales: Cadus Signature Series Criolla 2017 y Cadus Signature Series Petit Verdot 2015. Se suma a estos, la presentación de Cadus Single Vineyard Finca Viña Vida Malbec 2013, que se incorpora a la línea Single Vineyard.
Según me cuentan, la línea Signature Series se elabora a partir de uvas de Valle de Uco, Mendoza y en el caso del
Cadus Signature Series Petit Verdot Cosecha 2015 las uvas provienen de la zona de Los Chacayes y fueron fermentadas en tanques de acero inoxidable, con un 70 % del vino añejado durante doce meses en barricas de roble francés. Me dicen que tiene un color negruzco casi tinta, con destacadas notas aromáticas y una boca intensa. Sólo se hicieron 5000 botellas de este producto que obtuvo 94 puntos en Decanter y 90 de Tim Akin y de James Suckling.
El Cadus Signature Series Criolla, Cosecha 2017, típica cepa argentina se hace con uvas de un viejo viñedo de Vista Flores con muy bajo rendimiento. En este caso se lo dejó reposar en huevos de hormigón.
Apuntan que en nariz es frutado con algunas notas especiadas con notas herbáceas y minerales. En boca es liviano, jugoso, fresco y de mucha amabilidad, al estilo de los vinos sutiles y livianos de Tenerife. Se hicieron 4400 botellas y el vino criolla obtuvo 95 puntos de Decanter.
Por su lado el Cadus Single Vineyard Finca Viña Vida Malbec, Cosecha 2013, se hace con uvas de Los Chacayes, se fermenta en piletas de hormigón y se le imprime una crianza de veinte meses en barricas de roble francés de primer uso. Se elaboraron 4500 botellas de esta primera cosecha y, según me cuentan, tiene un color negro-violáceo con una nariz de gran complejidad, para ofrecer en boca taninos corpulentos y densos, que generan una sensación de placer y jugosidad. Obtuvo 91 pts. por parte de James Suckling y The Wine Advocate. En el caso de la cosecha 2014, alcanzó 95 pts de Tim Atkin y 93 pts de Wine Advocate.
La Bodega Nieto Senetiner ha lanzado su línea FRAN, con un perfil joven, fresco y divertido con un concepto: “Antes de la madurez, después de la inmadurez” por lo que la nueva propuesta se dirige a un público millennial.
Todos los vinos de la línea se ofrecen a $ 175: Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay y el Blend, elaborado con Cabernet Sauvignon, Syrah y Bonarda. Y de ellos me cuentan:
Fran Malbec: dominan sus notas de frutos rojos y ciruela, junto al toque sutil de la vainilla, aportada por la madera, que le da un perfil elegante. En boca se presenta con gran personalidad, armónico y de buen cuerpo.
Fran Cabernet Sauvignon: es un vino de color intenso y voluminoso. Se resaltan los aromas de pimientas blancas y negras, combinados con un sutil toque de vainilla.
Fran Chardonnay: sobresalen los aromas de frutas tropicales, como las del ananá y maracuyá. En boca presenta una delicada acidez en la entrada, de sedosidad envolvente en la media boca y se despide con un agradable final.
Fran Blend (Cabernet Sauvignon, Syrah y Bonarda): en nariz se conjugan las notas de chocolate y vainilla. Sus varietales lo convierten en un vino suave, sedoso y de agradable final.
La prestigiosa guía de viajes ‘Ultimate Eatlist’ que edita Lonely Planet ha otorgado a los pintxos de Donosti el título de mejor experiencia gastronómica del mundo. Esta clasificación ha sido elaborada por la opinión de los cocineros, críticos y editores más prestigiosos del sector.
A través de sus pintxos, Sagardi exporta la cultura gastronómica vasca al mundo, llevándola a las principales capitales gastronómicas como Buenos Aires.
Los pintxos son una tradición vasca que, cada vez más, se adopta en Argentina. Son pequeñas porciones de comida que se sirven a modo de degustación o para acompañar una bebida. Son rodajas de pan sobre las que descansa una ración de comida. En la barra de Sagardi Argentina hay más de 60 variedades de pintxos, entre fríos y calientes, que rotan cada 3 horas para asegurar su frescura.
Al respecto, Juan Ignacio Fuoco, Director de Sagardi, dijo: “En Sagardi nos sentimos muy orgullosos de este premio ya que la barra de pintxos donostiarra es sin duda la gran protagonista de nuestros restaurantes, con más de 60 variedades de pintxos, fríos y calientes, para degustar y disfrutar de los mejores productos”
SAGARDI Cocineros Vascos Humberto 1º, 319. San Telmo, Buenos Aires. Teléfono: +54 (11) 4361 2538 (www.sagardi.com.ar)
CORREO DE LECTORES
Una lectora me advirtió:
Alejo: Otra vez mujeres … te voy a dejar de leer si no pensás un poco en tus lectoras.
Otra asidua visitante de esta sección apuntó:
Mujeres, mujeres y más mujeres y, lo peor: Desvestidas.
¡¡¡ Hoy no se pueden quejar !!!
Una amiga, tomadora de blancos me contó:
Hola Alejo, más allá de decirte que comentás pocos blancos, te cuento que probé un tinto en una reunión (no había remedio), que fue el Portillo Malbec y me gustó, quizás porque tomé bastante. Tenía, como decís vos un ataque dulzón y después lo sentí un poco fuerte, seguro por mi costumbre de tomar blancos con menos taninos. Por otro lado probé el Riesling de Las Perdices que comentaste hace un tiempo y me gustó mucho, muy suave y fresco, bien perfumado. También te comento que me animé y probé los Costa & Pampa, y me gustaron mucho. Finalmente, tengo un Serbal que voy a probar este fin de semana y te cuento … Ah me olvidaba, tomé el Suter Etiqueta Marrón no es gran cosa, pero muy bueno por su precio …
Todos buenos en su gama.
Un apreciado amigo me dijo:
Alejo: muy buena la iniciativa de Marcelo Pelleriti. Fundamental para lograr la reinserción en la sociedad. Un logro así, debe ser muy valorado y habla de la calidad humana de Marcelo. Muy bien !!!
Claro, por eso lo destaqué la semana pasada, tanto por Marcelo, cuanto por la necesidad de la reinserción.
Un viejo amigo opinó:
Califico a la "especificación" acerca de qué significan buen cuerpo, buenas piernas y buena cola no ya como muy buena, sino como magistral, fundamentando mi opinión en los excelentes "gráficos" que la acompañan. Por último, coincido en lo que opinás sobre Delpo, y agrego la bronca que me generó que haya perdido …
Ciertamente magistral …
Otro habitual participante de esta sección señaló:
Muy clara tu explicación sobre las características que uno debe catar en un vino. Como las señoritas de la comparación, muy buena densidad, volumen, estructura, piernas y final … Buen desnudo en B&N seguramente cortesía de un buen fotógrafo.
Siempre digo: Buen cuerpo, buenas piernas y buena cola ¿ qué más se puede pedir ?
Un joven lector exclamó:
¡¡¡ Cómo me gustan las buenas colas !!!
En los vinos … claro
Otro viejo amigo y buen tomador, expuso:
Alejo: … muy buena la explicación sobre “la reducción” de la que creo que ya habías hablado. Por mi parte advierto bastante bien cuan do un vino está “cerrado” y por lo tanto asumo alguno de los procesos que vos describís y es cierto que sacar el decanter (los dos incómodos), es complicado, así como lavarlo y secarlo, por eso a veces recurro a una jarra de agua y otras veces a un vaso de refresco. Fuera de casa suelo tratar de airear el vino en la copa. Pero lo concreto es que en un ambiente casi hermético como es la botella el vino se “reduce” y es necesario oxigenarlo un poco y se aprecia una mejoría significativa …
Es cierto. Siempre recuerdo que el inefable RICARDO SANTOS me contó que en una oportunidad necesitó airear un vino y, no teniendo un decanter a mano, utilizó un florero … supongo que con el mismo resultado que una jarra de agua.
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La semana próxima estaré nuevamente con Uds.
Mientras tanto les deseo que tomen buenos vinos
ALEJO
“El Añejo”