AÑO XVIII - NUMERO 32

(26.08.18)

 

 

 

 

 

 


Irina Shayk
 

 

 

 

    

 

Irina Shayk, nacida como Irina Valérievna Shaijlislámova (URSS 1986), es una modelo rusa muy famosa por haber trabajado en numerosas campañas de firmas comerciales y diseñadores, así como también por haber aparecido en portadas y editoriales de las mejores revistas de moda del mundo. Entre 2010 y 2015 tuvo una relación el delantero del Real de Madrid Cristiano Ronaldo y desde el 2015 mantiene una relación con el actor estadounidense Bradley Cooper, con quien tuvo a su hija Lea en 2017.

 

  

 

VINOS

    

Esta semana, en una cena con un matrimonio amigo, en la que el plato principal (que preparó el suscripto), se compuso de pulpitos españoles, hervidos y salteados con aceite de oliva, ajo y pimentón y papas españolas semi salteadas, serví un Cadus, Malbec, Cosecha 2009, que es un Single Vineyard de la Finca Las Tortugas, de Agrelo, Luján de Cuyo, sito a 1050 metros de altura (plantado en el año 1970), y fue elaborado por el Grupo Nieto Senetiner.

Liminarmente debo decir que Cadus significa “vasija” en latín, lo que se relaciona directamente con el vino y especialmente éste que pasó veinticuatro meses en barricas de robles francés de primer uso. 

Tiene una presentación elegante y distinguida que a su vez es llamativa por la ya clásica etiqueta romboidal. En la copa se muestra de un color rojo violáceo, oscuro y profundo y muestra buenas piernas, densas y suavemente coloreadas. En nariz propone aromas a frutas rojas bien maduras, como en mermelada, violetas, trufas, vainilla cuero y chocolate. En boca tiene un ataque dulzón y luego corre con muy buen cuerpo y estructura (14,5°), debido a que los viñedos son de bajo rendimiento (45 qq/Ha), y sus taninos presentes, son redondos y aterciopelados, seguramente por la crianza y la guarda, que le brindan una sensación muy agradable, además de sabrosa. Su final es largo, delicado y seductor, dejando un recuerdo delicioso. Un vino soberbio, sin duda.   

 

 

 

Susana Balbo Wines ha presentado su vino CRIOS Edición Limitada Red Blend 2016, que integra la línea de vinos CRIOS que, como les he explicado un par de veces es la línea de vinos jóvenes que nació como una expresión de dedicación de Susana Balbo hacia sus hijos, quienes hoy trabajan en la bodega familiar. 

Este vino es un assemblage compuesto por 73 % de Malbec, 22 % de Syrah y 5 % Petit Verdot, con una crianza de ocho meses en barricas de roble francés, 20 % de primer uso y 80 % de segundo uso. El corte permite que el malbec le aporte fruta y amabilidad, el syrah, fuerza, especias y cuerpo, y el pequeño toque de petit verdot, impone carácter y complejidad.

Me pareció muy amable en el ataque, luego agradable y fresco en boca, con taninos muy amables y con cierta complejidad hacia su final, lo cual lo torna un vino muy bebible, que puede calificarse como muy, pero muy bueno, y con una magnífica relación precio calidad (Aprox. $ 250). 

La Línea CRIOS se completa con: Malbec; Cabernet Sauvignon; Syrah Bonarda; Rosé de Malbec; Torrontés; Chardonnay y Pinot Noir. También con ese nombre, la firma cuenta con un espacio gastronómico propio (en la bodega), abierto de viernes a domingos y feriados, el Chef Hernán Gipponi, está a la cabeza de las creaciones. 

Los productos de Susana Balbo Wines se comercializan por la Consultora Umami en C.A.B.A., G.B.A. y Patagonia y por Gran Casa en Mendoza, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y San Luis.

 

  

 

Días atrás, con una picada serví un Famiglia Bianchi Viognier, Cosecha 2018, que es un producto relativamente reciente de la bodega homónima, que se elabora con uvas de Vista Flores, Valle de Uco, de la nueva finca (y bodega), que la firma ha adquirido hace poco.
Digo recientemente porque el producto se lanzó en 2016, y dos años, en una bodega que este año cumple noventa años, significa algo “reciente”. Por otro lado este vino ya ha sido preparado por el nuevo equipo liderado por Silvio Alberto y secundado por Sergio Pomar (más algunos colaboradores), que se incorporaron el año pasado, formando un nuevo staff profesional. El vino, tiene una presentación propia de la línea, aunque con la práctica y aconsejable, para estos vinos, tapa a rosca. En la copa se lo observa con un color amarillo límpido pero con tonos verdosos. En nariz propone aromas a flores blancas, y frutas de pulpa blanca entre las que se destacan durazno blanco y la pera. Alguna nota mineral completa su paleta aromática. En boca tiene un ataque fresco pero impetuoso, que marca su buena acidez y un aligera chispa resalta ésta frescura. En la medida que corre muestra cierta untuosidad final que le da volumen y densidad (13.2°), logrando en definitiva un vino fresco, pero con la potencia de un buen blanco. Excelente (Aprox. $ 300).   

 

 

La nueva línea de vinos Callia Esperado, de Bodegas Callia, ha lanzado dos nuevos varietales, el Cabernet Sauvignon y el Malbec. En esta oportunidad probé el que llaman Callia Esperado, Maduración Prolongada, Cabernet, Cosecha 2018.Corresponde apuntar que se elabora con uvas del Valle de Tulúm, San Juan y que, como su etiqueta lo dice, han esperado para cosechar las uvas (principios de abril), y en consecuencia tienen mayor proporción de azúcar y menor de agua, de tal modo, podrían haber elaborado un vino muy alcohólico o bien, como en el caso, más suave, con sólo13.5°, pero con más azúcar (24 gramos/litro).
Tiene un color rojo profundo, ofrece aromas a frutas rojas y en boca tiene un ataque dulzón que se corrobora durante todo su recorrido, pero que no es empalagoso, sino muy amable, especialmente para quienes gustan de esa sensación dulzona, posee taninos amables, con una acidez normal (pH 3.69 y tartárica 5.9 g/l), lo que lo hace agradable y muy fácil de beber.
Ahora la línea se integra con cinco varietales de un precio aproximado a $ 140.  

 

 

 

Para finalizar, elegí algo excepcional: el champagne Philippe Caraguel, Extra Brut Rosé que elabora el winemaker homónimo, enólogo de la Bodega Atamisque.
Este exquisito espumoso, comienza con la producción de uvas pinot noir y chardonnay de las mejores parcelas de la finca sita en Tupungato ( a razón de 70 qq/Ha.), y el vino base se compone de chardonnay y pinot noir vinificados como blancos y un toque de pinor noir vinificado en tinto. Luego se procede mediante el método tradicional, originario de Francia, donde Philippe, después de recibirse de Ingeniero Agrónomo en Mendoza, obtuvo un título de Master en Enología & Viticultura (en Montpellier). Después de la segunda fermentación (y de doce meses en contacto con lías), se le incorpora el licor de expedición, para lo que se usa espumante, azúcar (8 grs. s/litro), y cognac. Después se estabiliza durante unos seis meses.
Tiene una presentación elegante y sobria, y en la copa se muestra con un color rosa delicado, burbujas pequeñas y persistentes que forman una atractiva corona. En nariz ofrece aromas a frutas rojas y de pulpa blanca, notas florales y dejos de caramelo y un toque de frutas secas. En boca tiene un ataque fresco pero rápidamente se lo advierte suavemente untuoso y cremoso, al punto que da la sensación de llenar el paladar con distinción, logrando un resultado cautivante y seductor, para dejar una impronta de un champagne sabroso y placentero. Soberbio.  

 

  

 

NOVEDADES

 

 

Apenas llegado de las vacaciones tuve oportunidad de asistir a la Feria de Vinos Orgánicos organizada por Pancho Barreiro (en la imagen), con la ayuda de Gisela Carpineta y Juan Pino, como lo han hecho ya en varias oportunidades.

 

Se realizó el 10 y 11 de agosto en la venerable BOTICA DEL ANGEL que como algunos sabrán, fue un espacio de cultural y artístico, creado por Eduardo Bergara Leumann a fines de la década del ’60, en lo que fue su casa, en la calle Lima que debió cerrar debido al ensanche de la Avenida 9 de Julio, y pasó a la sede actual en la calle Luis Sáenz Peña 541, en el barrio de Montserrat. 

En los comienzos de la sede actual, funcionaba como un museo divertido y como café concert (alguna vez, por los ’70, estuve allí). Luego cerró y en 1997 Bergara Leuman la adquirió, recuperando el espacio que finalmente legó como Museo a la Universidad del Salvador. 

La organización fue perfecta y los recovecos del lugar permitieron, con comodidad, probar vinos y -quien así lo quiso- participar de charlar vinculadas a la producción de vinos orgánicos. 

En mi caso empecé “alto” con un La Celia Elite, Malbec, con un toque de Cabernet Franc, 100% Fermentación Maloláctica y diez meses de crianza en barricas de roble francés de primero uso y segundo uso, espléndido.
Seguí con un Raza Argentina Malbec, de la Cooperativa La Riojana, muy bueno y de excelente relación precio calidad.
El Amicci Miei,  un blend, cofermentado de 55 %  Petit Verdot y  45 % Barbera, muy bueno y el Siesta en el Tihuantinsuyo, excelente, ambos de Ernesto Catena Vineyard.
Terminé con un excelente chardonnay (a pesar de ser entry level), de la Bodega Domaine Bosuquet, de muy buena calidad. 

Excelente lugar que me trajo muchos recuerdos y muy buena organización, además de muy buenos vinos. 

 

   

¡¡¡ Y LOS PUMAS le ganaron a los SPRINGBOKS por 32-19, en la segunda fecha del RUGBY CHAMPIONSHIP !!!  

 

CUERPO DEL VINO

 

 A menudo se habla de la sensación en la boca o del cuerpo de un vino. En realidad, cuando se habla del cuerpo de un vino o sensación en boca, se está describiendo qué tan grueso o delgado, cómo oleoso o acuoso  se siente en la boca. La lengua y la boca pueden detectar todo tipo de texturas. Así como un café o licuado de banana con leche o un jarabe, parecen brindar una sensación táctil en la boca diferente del agua, todos son líquidos, pero todos tienen diferentes “cuerpos”. Mucho más diferentes serían una mermelada o un helado, o una crema pastelera y una chantilly. La leche y la crema constituyen otra buena comparación para entender.

 

La mejor manera de aprender sobre el cuerpo del vino es probar diferentes vinos. Por ejemplo un Riesling o un Sauvignon Blanc seguramente tendrán un cuerpo más ligero que un Chardonnay o un Viognier.

Los tintos se caracterizan por su mayor densidad en boca. Ello, en parte, es por las materias que se suman al vino en la fermentación, provenientes de los hollejos, cuyo contacto se evita en los blancos. Por otro lado la fermentación maloláctica, muy común en los tintos, aumentará la textura, ya que el ácido málico es más ligero que el ácido láctico que es suave, pero con cierta cremosidad (como el ejemplo de la leche y la crema). El roble agrega taninos y otros compuestos que pueden llevar a aumentar su sensación táctil de la boca.

El mayor nivel de alcohol añade viscosidad al vino, de manera que un vino con más alcohol se sentirá más pesado o grueso que un vino con menor tenor alcohólico. En la copa se puede advertir que un vino con alcohol superior tendrá lágrimas o piernas más viscosas. El azúcar, como el alcohol, también  aumentan la viscosidad de un vino.

En pocas palabras, el cuerpo del vino puede describirse como el "peso" y la textura en boca, cómo un vino se siente en la lengua. 

 

 

CORREO DE LECTORES

   

Una ex – pupila me dijo:
“…con traje y corbata tenés facha, pero así ...”
Ehhhh Cómo le dice así al ¡¡¡¡ The must great diver on the world !!!!
Además … su ex - tutor ...

 

Un viejo amigo preguntó:
Dos cosas, a saber: 1) Se acabó la colección de imágenes femeninas?, vamos !!!, y 2) "in fraganti"?, no era "in flagranti"?
Es flagrante o en flagrancia o “in fraganti”

 

Un joven lector sugirió:
Volvé a las damas que las extrañamos …

 

Un buen tomador apuntó:
Bueno: ya está, te diste el gusto, buceaste, etc. Ahora que vuelvan las … 
- A los tres: Hoy volvieron las fotos lindas ¿ no ?

 

 La semana próxima estaré nuevamente con Uds.

Mientras tanto les deseo que tomen buenos vinos

  

 

ALEJO

 

“El Añejo”