Como les conté, el primer día de mi último viaje a Mendoza visité dos bodegas, la primera fue la Bodega Sottano y la segunda fue Viña Cobos, que está ubicada enfrente de la anterior, apenas cruzando la Ruta N° 7 y sus titulares son el matrimonio de enólogos argentinos Andrea Marchiori y Luis Barraud y el flying winmaker norteamericano Paul Hobbs.

La firma tiene unos quince años y ya ha hecho un importante camino obteniendo numerosos premios a nivel nacional e internacional y sus productos son reconocidos por la crítica, tanto local como de las revistas especializadas de EEUU y Europa.

Puede decirse que cuenta con cuatro líneas de vinos, encontrándose a la cabeza el Cobos Malbec y el Cobos Volturno que es un blend de cabernet sauvignon y malbec. Ambos soberbios.

Bramare Vineyard Designate, que son vinos elaborados con uvas de pequeñas parcelas. Excelentes (Aprox. $ 500).

Bramare Appellation que representan dos zonas de Mendoza: Valle de Uco con un malbec y Luján de Cuyo con un malbec y un cabernet sauvignon. También excelentes (idem)

Cocodrilo, que es un un blend de cabernet sauvignon y malbec, elegante, con un carácter mineral y gran expresión frutal (Aprox. $ 200).

Felino, que es la línea entry level, tiene muy buenos varietales, malbec, cabernet sauvigonon, merlot y chardonnay (Aprox. $ 100/120).

Fuimos atendidos por Claudia Piedrahita y Carolina Macaya quienes luego de ofrecernos un Felino Chardonnay, muy bueno y fresco, nos mostraron la bodega.

Después Carolina nos acompañó en una degustación de varios vinos para finalizar combinándolos con algunos quesos.

Fuera de lo planeado le pedí probar el Bramare Chardonnay, que se elabora a razón de 6/7 tons. por hectárea y con uvas de un viñedo de 16 años. Se trata de un vino con una elegante presentación, como todos los de su línea, pero que resulta más delicada por el color más claro esta cepa.

Tiene un color amarillo dorado con destellos verdosos. En nariz propone aromas a frutas tropicales, ananá, durazno y melón, además manzanas verdes y cierto toque floral, con un dejo de vainilla. En boca, tiene una entrada vibrante y luego corre con buen cuerpo y buena acidez pero equilibrada, que se conjuga muy bien con la fruta y con una sensación melosa en su final, largo y cautivante. Un vino más que excelente.

Pasamos luego a probar cuatro Bramare, todos cosecha 2012 y de alta gama (Aprox. $ 500). Los Appelation malbec, uno del Valle de Uco y otro de Luján de cuyo. Ambos muy buenos, destacándose el del Valle de Uco por un buen toque mineral y su intensidad y corpulencia (15°), además de brindar una sensación más aromática.

El Bramare Malbec Zingaretti Vineyard Designation, que se elabora con uvas de la finca homónima, sita a más de 1300 metros de altura, resultó muy redondo, elegante, sin aristas … perfecto. Excelente.

El Bramare Cabernet Sauvignon Marchiori Vineyard Designation, que se elabora con uvas de un viñedo muy cercano a la bodega, es decir el Luján de Cuyo. Resultó muy, pero muy bueno, intenso, con algunas notas de piracina, pero muy bueno. No por nada Paul Hobbs dice que va a lograr un cabernet sauvignon local con 100 puntos de Robert M. Parker.

Y dejamos la bodega, agradecidos por la atención recibida y con la satisfacción de haber probado muy buenos vinos.