Varias veces les hablé de Michel Rolland, diciendo -entre otras cosas- que es el llamado First Flying Winemaker.
En efecto, conoció a su esposa Dany estudiando enología en Francia y juntos desarrollaron su actividad en Burdeos y poco a poco la fueron extendiendo por el mundo, comenzado por EEUU. y continuando por Argentina (aproximadamente en 1998), cuando fue convocado por primera vez por Arnaldo Etchart. Hoy asesoran bodegas en 17 países.
En la Argentina fundaron el Grupo Clos de los Siete, siendo Marcelo Pelleriti, el enólogo de Monteviejo (la primera bodega del grupo), del que ya les he hablado muchas veces, el que elaboró los primeros vinos del grupo, incluso los primeros de Val de Flores, hasta que en 2010, ya con su propia bodega Mariflor, lo hacen Thierry Haberer, enólogo francés y estrecho colaborador de los Rolland y de Rodolfo Vallebella, enólogo local.
Al poco tiempo de interesarse por el predio de Clos de los Siete, sito en Valle de Uco, zona de Vistaflores, los Rolland adquirieron un viñedo antiguo, de más de cincuenta años (y muy cercano a Clos), que denominaron Val de Flores y de allí han extraído las uvas Malbec con las cuales elaboran su vino homónimo y del predio de su propiedad, ubicado en Clos, obtienen las uvas para los vinos Maryflor.

Hace unos días, asistí a una degustación con Dany Rolland (esposa de Michel), en la que pude probar los siguientes vinos:

El primero fue el Mariflor Sauvignon Blanc, Cosecha 2012,  que aún estaba sin etiquetar pero que se mostró en la copa con un color amarillo pálido, muy trasparente, con algunos destellos verdosos. En nariz tienen una alta expresión aromática, en la que sobresale la ruda, un toque de salvia y pasto fresco, con algo de frutas, entre las que sobresale la pera, algo de damasco y notas cítricas y herbáceas en general. En la boca es intenso (12°), pleno de frescura y elegancia y corre con muy buena acidez. Termina con un recuerdo largo e intenso de esos que no se olvidan. En el orden de los $ 95, es un vino excelente.

Seguimos con el Mariflor Pinot Noir, Cosecha 2010, que estaba a temperatura ideal, por lo que felicito al servicio de Winery, y destaco tanto el color, rojo rubí claro y brillante, cuanto el aroma del vino, que brinda nota de frambuesas, moras, grosellas y un ligero toque de vainilla y ahumado. En boca tiene un ataque propio de la cepa, con mucha personalidad, pero luego corre elegante, con buena estructura (14,5°), armonioso, con buena acidez y con taninos intensos que le dan nervio y persistencia en el final. Un excelente pinot noir, en el orden de los $ 170.
Seguramente con el tiempo, sus taninos se harán más suaves y el vino brindará otra faceta.

El tercero fue el Mariflor Malbec, Cosecha 2011, que se muestra en la copa con un color rojo oscuro y ofrece aromas a frutas rojas maduras, tales como ciruela, mora, grosella y notas de vainilla y algo de chocolate. En boca tiene un ataque amable y dulzón y enseguida se lo siente denso, completo, corpulento, con taninos redondos y amables, para terminar con un final largo y muy agradable. Excelente ($    ).

Val de Flores, Cosecha 2006, que se destacó sensiblemente a pesar de la calidad de los anteriores. Es complejo en nariz, con aromas a frutas rojas maduras (cerezas, ciruelas, arándanos), algo de especias, toques minerales, además de notas de vainilla y chocolate y dejo de cuero y tabaco, como producto de sus crianza durante catorce meses en barricas de roble francés. Elegante en boca, en la que presenta muy buen cuerpo (14°), con mucha presencia de fruta muy integrada a la madera. Los taninos son importantes, aunque delicados, redondos y amables, corre muy amable, como llenado la boca en un marco de un vino agradable, importante e inolvidable. Termina con un final largo de esos que invita a tomar otra copa. Un vino soberbio, al que Robert M. Parker calificó con 93 puntos.

Y nos fuimos, luego de una agradable reunión, con la certeza de haber probado muy excelentes y, en especial, este último gran vino