La Columna del Vino
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Nro. XXIII – NUMERO 21
11/06/2023   

 

Estimados lectores/seguidores

 

 


 

 

 

 ¿ Que estará tomando  ?   

 

 

 

 

 

 

 

VINOS

  

 

El sábado pasado fuimos -con unos amigos- a cenar a uno de mis restaurantes preferidos (Treinta Sillas, de Ezequiel Gallardo), y para el amuse bouche había llevado un Costa & Pampa Chardonnay Cosecha 2021, que elabora la bodega Trapiche, en su sede de Chapadmalal, a sólo cinco o seis kilómetros del Océano Atlántico, con todo lo que el clima oceánico implica para la viticultura ya que, a diferencia del clima desértico de montaña, cuenta con un intenso régimen pluvial, un clima frío y húmedo, y una menor amplitud térmica, por lo que sus vinos tienden a ser más frescos y delicados. Por eso allí producen Gewüztraminer, Albariño, Riesling, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Grigio y Pinot Noir (además de los espumosos).
En este caso, tiene una presentación ya clásica de la bodega (sede Chapadmalal), y se muestra en la copa con un color amarillo suavemente dorado y leves tonos verdosos. En nariz ofrece aromas a frutas ed pulpa blanca como manzanas verdes, pera y dejos de mago, pan tostado y vainilla, producto de su paso durante siete meses por barricas de roble francés. En boca tiene un ataque fresco y luego corre con cierta vivacidad, y acidez, con cuerpo medio, y muy redondo y equilibrado, lo que los hace muy agradable, distinguido y bebible, llegando a su final largo, delicado y ligeramente mantecoso. Excelente (Aprox. $ 5000/6000).
(la imagen es de una cosecha anterior).  

 

 

 

Esa misma noche, con la entrada y el segundo plato tomamos el Angélica Zapata, Chardonnay Cosecha 2019, que es un clásico del estilo de vinos plancos (especialmente de esta cepa), con buena presencia de roble lo que es del agrado de muchos consumidores (me incluyo). En el caso pasa catorce meses en roble francés (40 % nuevo).

Su presentación es la de siempre y en la copa se muestra de un color es amarillo brillante e intenso, con tonos dorados. En nariz ofrece aromas a frutas cítricas, dejos de frutas tropicales y un toque de vainilla. En boca tiene una entrada amable y untuosa y luego corre con buen cuerpo (14º), y por su buena acidez (pH 3.17), acaricia el paladar, redondo y ligeramente mantecoso, para llegar a un final solemne y sabroso. Excelente ($ 8.000 en el restaurante).

  

 

 

 

Para terminar, con el main course (principal), que era salmón, pedimos un Altocedro, Pinot Noir, Cosecha 2020, que es un vino producido por uno de los emprendimientos de Karim Mussi, sito en La Consulta (1100 msnm), y que acompañó muy bien ese pescado, cuya característica es cierta untuosidad, lo que me llevó a elegirlo, en lugar de un vino blanco.

Tiene una presentación elegante, y se lo ve en la copa de un color rojo rubí claro, brillante y transparente. En nariz ofrece aromas a frutas rojas como cerezas, frutillas y frambuesas con ligeros dejos de vainilla y cuero, debido a que luego de su fermentación en vasijas de cemento y luego pasa doce meses en barricas de roble francés.

En boca se sienten sus taninos delicados, es suavemente untuoso, y lo más destacable es que tiene una nota dulzona que lo hace muy amable y por lo tanto lo señalo como un vino muy agradable y elegante. Excelente ($ 8.000 en el restaurante).   

 

 

 

DOÑA PAULA SINGLE VINEYARD

 

Esta semana tuve el gusto de asistir a una cena, en un restaurante de Palermo, en la que la Bodega Doña Paula presentó una nueva línea de vinos. Dicha presentación estuvo a cargo de Martín Kaiser, el Director Enológico de Bodega (en la imagen), y Andrea Tansini, primera enóloga de la firma. 

Como les he contado alguna vez, esta bodega -establecida en 1997- elabora sus vinos (muy buenos por cierto), con uvas provenientes de viñedos propios ubicados en las mejores zonas vitivinícolas Luján de Cuyo, Tupungato, Tunuyan y La Consulta, con un total de 800 hectáreas.

La presentación se orientó a su nueva línea Single Vineyard que cuenta con tres etiquetas que pudimos probar junto excelentes platos. 

En la recepción nos “agasajaron” con el espumante Sauvage, hecho con uvas Sauvignon Blanc, que, como ya les he contado varias veces, es original, fresco elegante y muy agradable. 

 

 

Ya en la mesa probamos el Doña Paula Single Vineyard, Alluvia, Sauvignon Blanc, Cosecha 2021, que se elabora con uvas de la Finca Alluvia, ubicada en Gualtallary, Valle de Uco, el viñedo de mayor altura de la bodega, situado a 1350 metros sobre el nivel del mar. Esta bodega se ha caracterizado siempre por brindar excelentes vinos de esta cepa, y esta es la etiqueta de más alta gama de las cinco que componen su portfolio de esta cepa.
Este vino se fermenta con pieles, con un descube rápido y una fracción de las uvas va a barricas de roble francés donde se realiza también la crianza. El resto se elabora sin pieles y se mantiene en tanque de acero inoxidable hasta el momento de realizar el corte final.
Tiene una presentación moderna y en la copa se exhibe con un color amarillo brillante con ligeros tonos verdosos. En nariz ofrece aromas aromas a cítricos, notas herbáceas entre las que sobresale la ruda (sin ser invasiva), la salvia y algunas notas minerales. En boca tiene una entrada fresca y vivaz, debido a su buena acidez (pH 3.3), luego corre con cuerpo medio (12,5º), y su frescura envolvente continúa hasta su final largo y distinguido. Excelente. 

 

 

Después le tocó el turno al Doña Paula Single Vineyard, Los Indios, Syrah, Cosecha 2021, que se elabora con uvas de la Finca Los Indios, en El Cepillo, San Carlos, a una altitud de 1150 metros sobre el nivel del mar, una zona fría que le brinda una textura y elegancia muy especial. Se fermenta y macera en tanques de acero inoxidable y se añeja en barricas de roble francés durante doce meses.

Su presentación sigue el sendero del anterior y en la copa se muestra con un color rojo violáceo intenso. En nariz hace sentir aromas a frutas rojas, especias y delicadas notas de cuero, con un dejo de vainilla. En boca tiene un comienzo grato y luego corre concentrado, con buen cuerpo (14,1º), con taninos presentes pero redondos y amables, dando la sensación envolvente y agradable ya que su acidez (pH 3.56), lo torna muy bebible y hace que se lo siente complaciente y seductor, hasta su final sabroso y duradero.

Es uno de los mejores Syrah que he probado y, las damas que estaban en mi mesa coincidieron en su calidad, expresividad y delicadeza. Un vino más que excelente.
  

  

Finalmente probamos el Doña Paula, Single Vineyard, El Alto, Malbec, que se elabora con uvas de la Finca El Alto de Ugarteche, en la parte Sur de Luján de Cuyo, ubicada a 1.050 metros sobre el nivel del mar. Se vinifica y macera en vasijas de concreto y pasa por una crianza en barricas de roble francés durante doce meses (20 % nuevas y las restantes de varios usos).

La imagen muestra una presentación similar a las anteriores y en la copa luce un color violáceo profundo. En nariz ofrece aromas a frutas rojas como la ciruela, la cereza y la mora, además de suaves notas de menta y especias, con un toque de vainilla y tabaco. En boca tiene un ataque suavemente dulzón, propio de la cepa y luego avanza con buen cuerpo (13,9º), taninos amables, cierta carnosidad que le da carácter, pero su acidez justa (pH 3.6), lo hace muy agradable hasta su final largo y goloso. Excelente. 

Una reunión excelente y amable, con muy buenos vinos, accesibles, elegantes y de alta calidad enológica (Precio sugerido: $ 6.000).    

 

NOTICIAS

  

ALTOS LAS HORMIGAS anunció los 100 PUNTOS otorgados por Tim Atkin (influyente crítico internacional), para la primera cosecha de su Jardín De Hormigas Los Amantes Malbec 2021, que es 100% Malbec orgánico de micro parcela, del Paraje Altamira.
‘The Wine Advocate’ de Robert M. Parker Jr. lo calificó con 98 puntos que, según su escala es un extraordinary wine (de 95 a 100 pts.).
Como alguna vez les he contado, Altos Las Hormigas es una bodega fundada por Alberto Antonini (un Flying Winemaker italiano), Antonio Morescaldi (ingeniero), Atilio Pagli (otro Flying Winemaker italiano), y Pedro Parra (Doctor en Terroirs), a los que tuve el gusto de conocer y conversar en diversas oportunidades.
Sumadas todas las personalidades mencionadas, descuento que se tratará de un vino excepcional. 

 

  

 

 

Millésime fue elegido como ESPUMOSO DEL AÑO por el reconocido crítico ingles Tim Atkin.
Este nuevo Cruzat Millésime 2017, estuvo durante 80 meses en contacto con sus levaduras, obtuvo 95 puntos en el informe anual del crítico ubicándolo como el MEJOR ESPUMOSO DE ARGENTINA.
Cabe destacar que esta bodega cuenta con el “saber” de Don Pedro Rosell y la estimable colaboración de Lorena Mulet, por lo que todas las líneas de sus espumantes son excelentes.
En el caso, he probado el anterior Millésime y resultó soberbio.  

 

 

ALGUNOS MENSAJES DE LECTORES

  

MUCHAS GRACIAS

a los lectores, bodegas y agencias que me saludaron por el Día del periodista. 

 

Un amante del vino, de la fotografía y del tenis, me dijo:
Hola Alejo. Respecto a la Gran Tina, será la inolvidable rockera por su energía y su voz. 
No todos los lugares son aptos para disfrutar y saborear una copa de vino. Con la dama vestida de negro y en una terraza con buena vista y un cielo azul profundo sería ideal …
Respecto a la portada de la semana, la señorita tiene mal tomada la botella. Se le puede caer.
Creo que es el único que se fijó cómo toma la botella.

  

Una amiga, amante de los vinos blancos me dijo:
Alejo por fin unas fotos para nosotras, la del atractivo joven con smoking (aunque es para las más jóvenes que yo), y la de San Neil, que me encanta y, además se dedica a producir vinos blancos. Riesling y Sauvignon blanc.
El joven es atractino y está bien “servido”. San Neil es un excelente actor y no deja de ser elegante. 

 

Otro dilecto lector, señaló:
Hola Alejo: Siguiendo con el tema del whisky, como te conté, empecé a beberlo hace poco en Escocia, a donde viajé en ocasión de mi 50 onomástico. Allí aprendí a beberlo como los escoceses, es decir, con unas pocas gotas de agua que, según ellos, “despiertan la serpiente” o el espíritu del brevaje. De hecho me compré unas simpáticas pipetas que venden para agregar las mencionadas gotas.
Lo curioso es que, según leí no hace mucho, unos científicos suecos confirmaron las bondades de esta práctica al analizar la interacción del agua con el etanol y el guaiacol que proviene de los barriles de roble donde se añeja el whisky y que es el que le aporta su sabor característico.
Con respecto al hielo, el riesgo es la perdida de sabores y aromas. Recuerdo una nota que leí en la que contaban que dicha práctica provendría de la época en que los ingleses ocuparon la India: Las altas temperaturas ambiente los llevaron a convertir el estado del agua agregada. Sea como sea, lo importante creo, es beberlo como a uno más le guste.

Muy buen cometario.
Las moléculas de guaiacol son -en gran parte- responsables del sabor y el aroma ahumado del whisky. El guaiacol se enlaza a las moléculas de alcohol, lo que significa que en el whisky puro, el sabor del guaiacol se distribuye uniformemente en todo el barril. El alcohol es repelido por el agua, mientras el guaiacol no. Eso significa que cuando se le agrega un chorro de agua, el alcohol emerge a la superficie, arrastrando el guaiacol consigo. Así es como el sabor y aroma distintivos del whisky resultan estar en la posición perfecta para que el bebedor los pueda apreciar.
Algunos dicen que el whisky que se ha diluido hasta en un 40 a 45 por ciento de contenido de alcohol, mostrará más guaiacol cerca de la superficie. La mayoría del whisky comercial ya está diluido antes de ser embotellado, por lo que el agregado de agua realza más los aromas y sabores.
Recuerdo haber escuchado a Miguel Angel Reigosa, Titular del Museo del Whisky que -por lo general- agrega a una medida de whisky otro tanto de agua (muy fría). 

 

Los comentarios aquí vertidos, o los anteriores, pueden volver a leerse en www.columnadelvino.com.ar  haciendo click en el buscador

Y muchos pueden verse en @alejo.martinez.araujo 

 

La semana que viene estaré con Uds.

Mientras tanto, les deseo vinos.

 

ALEJO

 

“El Añejo”