La Columna del Vino
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Nro. XXIII – NUMERO 34
17/09/2023   

 

Estimados lectores/seguidores:  

 

 

 

 

PATIOS DE CAFAYATE

 

 

 

  

 

Espléndido hotel en la entrada a Cafayate (1,2 Kms. del centro), con una espectacular vista a las montañas, estilo colonial, perfectamente conservado y mantenido, con excelente atención y un acogedor y elegante restaurante, que brinda ricos platos y todos los vinos de la Bodega El Esteco. Con la posibilidad de almorzar (eventualmente), en la galería externa, al lado del parque que rodea la piscina. Una experiencia imperdible.

  

VINOS

 

 

La Bodega Don Manuel Villafañe, honra la historia de quien llegó a Argentina desde España, como soldado, para luchar contra los piratas ingleses. Más tarde se estableció como un agricultor y se convirtió en un pionero de la vitivinicultura en Argentina por ser uno de los primeros en plantar vides en esta tierra. El objetivo era proporcionar vino para los sacerdotes de la iglesia y más tarde para los colonos.
La bodega, que es de Tomás Machado de Villafañe y su familia, fue desarrollada en 2008, tiempo en que tuve oportunidad de visitarla (aún en construcción). Cuenta con 80 hectáreas de viñedos (alrededor de la bodega), de muy baja producción, oscilando entre 5000 a 7500 kgrs por hectárea.
Sus vinos son Alta Gama: IV Century 2010 que es un blend de Petit Verdot, Malbec y Cabernet Sauvignon. Gran Reserva 2011, un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, ambos pasan dieciocho meses de barricas de roble francés de primer uso (225 lts); Reservas: Malbec, Cabernet Sauvignon, con doce meses de barrica francesa; Estate: cuatro vinos, y Keltehue: otros tantos.
En esta oportunidad probé el Don Manuel Villafañe, Cabernet - Cabernet, Cosecha 2018, que combina Cabernet Franc con Cabernet Sauvignon, y que se presenta muy elegantemente. En la copa se muestra con un color rojo profundo con tonalidades púrpura. En nariz ofrece una paleta aromática de frutas rojas y negras, pimientos, pimienta y notas de vainilla, cuero y tabaco, producto de su paso por madera. En boca tiene un ataque amable, y luego corre con buen cuerpo (14º), buena acidez que lo hace ligeramente fresco y taninos suaves y redondos que lo hacen muy agradable, para llegar a un final delicadamente untuoso y sabroso. Excelente (Aprox. $ 4500/5000). 

 

 

 

En estos días probé el Abraham Reserva Malbec, Cosecha 2019, debiendo destacar su excelente calidad enológica.
Se trata de uno de los tres vinos de un emprendimiento relativamente nuevo que se hace con uvas de un viñedo plantado en 1992, ubicado en Maipú y que se elabora bajo la supervisión del enólogo Patricio J. Santos, lo cual ya es una garantía de calidad.
La presentación es sobria y a la vez muy llamativa, porque asemeja a un código QR, y debajo, muy sucintamente está escrito Abraham Reserva. Al observarlo en la copa se aprecia su color rojo oscuro con intensos tonos violáceos. En nariz brinda aromas a frutos rojos maduros y ligeras notas de vainilla y chocolate, producto de un mesurado contacto con roble. En boca tiene un ataque dulzón, apropiado para la cepa, y luego corre con buen cuerpo (14,2º), redondo, amable, con taninos delicadamente suaves, lo que lo torna un vino elegante y muy amable de principio a fin, en el que deja un grato y goloso recuerdo. Excelente (Aprox. $ 8.000).

 

 

 

 

 

El Reserva de los Andes, Gran Roble, Malbec Cosecha 2021, es un varietal que se elabora con uvas de la Finca Las Margaritas que es donde están los viñedos de la firma, sitos en Fray Luis Beltrán, Departamento de Maipú, Mendoza, a 500 metros sobre el nivel del mar. El 40 % del vino fue criado durante seis meses en barricas de roble americano para redondear sus taninos.

Como se observa en la imagen, tiene una presentación original, elegante y atractiva y en la copa se exhibe con un color rojo rubí oscuro con tonos purpurados. En nariz propone aromas a frutas rojas, notas de vainilla y café además de un dejo especiado. En boca es amable en su entrada, luego corre con cuerpo medio (13,3º), taninos amables, ligeramente untuoso, pero su acidez la permite correr amigablemente por el paladar, para llegar a un final largo y apetitoso.

En definitiva, muy bueno y con buena relación precio calidad (Aprox. $ 1500/2000).  

 

 

 

EL POLO ESTA DE LUTO

  

El POLO es un deporte que habría nacido en Persia hace muchos años y llegó a la India, más parecido al actual, en el Siglo IX. Los ingleses lo conocieron en su colonia (la India), y comenzó a jugarse en Inglaterra en 1862, en Estados Unidos en 1876, y nuestro país en 1872, cuando los colonos británicos, comenzaron a practicarlo y el deporte se extendió rápidamente.
A su vez alcanzó a ser un deporte olímpico en cinco oportunidades, desde 1900 a 1936. En París 1924, un equipo argentino obtuvo la primera medalla de oro para la historia olímpica del país, lo que se repitió en Berlín 1936. Por lo que el juego se extendió aún más y Argentina es reconocida mundialmente como la capital del polo mundial, contando con el mayor número de jugadores con 10 de hándicap en el mundo. Sólo cinco equipos -en el mundo- pudieron reunir a cuatro jugadores de 10 de hándicap, para formar equipos de 40 de hándicap: Coronel Suárez, La Espadaña, Indios Chapaleufú, La Dolfina y Ellerstina (todos argentinos). 

En la imagen de arriba, Juan Carlos Harriott (h), llamado Juancarlitos (para diferenciarlo se su padre homónimo), nacido el 28.10.36, falleció el 11.09.23 (murió el maestro), fue considerado el mejor jugador de polo de todos los tiempos (algo subjetivo como en otros rubros). En 1953 obtuvo su primer gol de hándicap, llegó a 10 en 1961, manteniéndolo hasta su retiro en 1980. Ganó 20 veces el Abierto de Palermo (el torneo más importante del mundo), 15 veces el Abierto de Hurlingham (el 2do.), y 7 veces el Abierto de Tortugas (el 3ro.). También posee el récord con su equipo Coronel Suárez de 38 torneos ganados. Ganó la Triple Corona (los tres torneos en un mismo año), en 4 oportunidades. Representó a la Argentina venciendo en la Copa de las Américas en 1966, 1969, 1979 y 1980; integrando el Seleccionado Argentino, muchas veces con el plantel completo de Coronel Suarez (su equipo), formado por Alberto Pedro Heguy, Horacio Heguy (†), Juancarlitos y Alfredo Harriot (v. imagen) Fue premiado con cinco Olimpias de plata y en 1976 le fue otorgado el Olimpia de oro. En 1980 recibió el Premio Konex de Platino y un Diploma al Mérito por la misma entidad. En 2015 fue incorporado al Salón de la Fama del Polo. 

Integró uno de los equipos que participaron en el llamado “Partido del Siglo” (1975), porque jugaron ocho jugadores con 10 de Handicap, que tuve la oportunidad de ver personalmente y sacar algunas fotos (con mi -hoy antigua- Olympus OM-1), además de cruzar unas palabras con algunos de ellos (uno gritó “una más para al álbum”). Jugaron con los nombres de dos legendarios equipos: los más jóvenes en El Trébol, con Alberto Pedro Heguy, Daniel González, Gonzalo Tanoira (†), y Alfredo Harriott, y los más veteranos en Venado Tuerto, con Horacio Heguy (†), Gastón Dorignac, Juan Carlos Harriott h. (†), y Francisco Dorignac (†), con quien tuve el placer de conversar varias veces mientras almorzábamos en la barra del bar/restó Templar. Los jóvenes ganaron 7-6.  

 

 

BODEGA EL ESTECO

 

 

En mi reciente viaje a Cafayate, Salta, después de atravesar el lindo pero tortuoso camino de montaña, llegamos a Patios de Cafayate el Hotel de la Bodega El Esteco, cuya imagen luce al principio de este número y que se ubica a 1700 metros de altura ofreciendo una excepcional vista a las sierras del Aconquija y de Quilmes, que delimitan el valle al este y al oeste. El centenario edificio del hotel, así como el de la bodega (pegados uno al otro), respeta la tradición salteña, con un estilo colonial español, con galerías y patios internos, marcando la elegancia de ese estilo típico del norte del país. La recepción y el estar (donde entre las 19 y 20 hs. ofrecen una copa de torrontés), respeta esa elegancia que lo destaca.   

 

 

 

Posee amplias habitaciones (la nuestra contaba con un escritorio), con todos los detalles de confort, un elegante restaurante, con muy buena cocina y en el que se pueden consumir todos los vivos de la bodega y también, si el tiempo lo permite, despliega mesas en el exterior, sea en la galería frente a la piscina, o directamente al aire libre (el primer almuerzo lo disfrutamos allí).

   

 

 

Tras el largo viaje desde el aeropuerto de Salta hasta Cafayate (con su hermosas y majestuosas vistas de las montañas), llegamos a este complejo Hotel-Bodega a las 13 hs. y justo lo encontramos con Alejandro Pepa el enólogo principal de la bodega (a quien conozco hace varios años), que nos recibió muy atentamente. 

Al otro día visitamos la bodega y vimos el contraste del edificio centenario con las actuales tecnologías de producción, con sus habituales recipientes donde se hacen y añejan los vinos (tanques de acero inoxidable, barricas de roble francés y americano, toneles para fermentación y crianza, huevos y ánforas), además de la línea de envasado (rosca y corcho), y etiquetado. La bodega cuenta con una capacidad de ocho millones de litros, lo que no es poco. 

La firma posee, además de viñedos en la zona, con otro viñedo en Chañar Punco, a 80 kms. al sur de Cafayate, sito a 2.000 metros de altura, marcando una diferencia de 2º de temperatura, lo que permite obtener vinos con otras características y, además, combinarlos, como ha hecho Alejandro, con su destacada línea Blend de Extremos. 

 

 

Después de la recorrida probamos cinco vinos (todos espléndidos), que Alejandro nos ofreció y nos describió con su habitual cordialidad. 
La semana próxima les contaré en detalle mis impresiones sobre éstos vinos. 

Demás está decir que quedamos muy contentos con nuestra estadía en el hotel y muy agradecidos por la atención dispensada allí, y en la bodega, de la mano de Alejandro. 

  

 

 

ALGUNOS MENSAJES DE LECTORES

  

Un estimado lector apuntó:
Y bueno … Nadie es perfecto! (Pobre Kate)
Claro … el resto: Perfecto. 

 

Otro lector, asiduo visitante de esta sección, también aludiendo a Kate, me dijo:
Y qué importa …
Y … es mejor si toma vino. 

 

Un amigo expresó:
No me importa, yo le enseño a tomar vino …
Todos le enseñaríamos. 

 

Un apreciado lector y habitual tomador de whisky, apuntó:
Alejo, muy bueno lo del Johnnie, tanto la historia como el video, muy explicativos. Ya sabés que me gusta mucho el Double Black.
Cierto, creo que la nota es bastante explicativa y se comenta con ese video que corrió hace un par de años. Por otro lado, también es cierto -que sé- que le gusta el Double Black. 

 

Los comentarios anteriores, pueden volver a leerse en www.columnadelvino.com.ar  haciendo click en el buscador

Y muchos pueden verse en @alejo.martinez.araujo

  

La semana que viene estaré con Uds.

Y les contaré algunas cosas de mi viaje a Cafayate (Salta).

 

ALEJO

 “El Añejo”